La demolición del poblado narco de Son Banya se posterga otra legislatura más por falta de viviendas
El Ayuntamiento de Palma prorroga hasta 2027 el contrato para derribar las 95 chabolas del asentamiento
El Govern cederá en las próximas semanas 3 pisos para las familias del poblado pero faltan 30 viviendas
La demolición del poblado narco de Son Banya se posterga otra legislatura más por falta de viviendas para acoger a la treintena de familias que se han acogido al programa municipal de realojo.
Ante esta situación, la Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Palma ha procedido en la jornada de este miércoles a prorrogar hasta 2027 el contrato de demolición de las 95 chabolas que aún permanecen en pie y habitadas en este solar municipal colindante al aeropuerto de Son Sant Joan.
El contrato, suscrito en 2020 para el derribo del denominado albergue de Son Riera, concluía el mes de diciembre pasado y ahora se prorroga por un importe cercano a los 500.000 euros hasta la conclusión de la presente legislatura. En rueda de prensa, la portavoz del gobierno municipal, Mercedes Celeste, reconoció que el problema para consumar la desaparición del poblado chabolista que lleva décadas convertido en epicentro del narcotráfico «es la falta de vivienda».
A este respecto, la también concejala de Hacienda Función Pública y Gobierno Interior ha anunciado que en los próximos días el Instituto Balear de la Vivienda (Ibavi) cederá al Ayuntamiento de Palma tres viviendas para su alquiler a otras tantas familias del poblado, un número a todas luces insuficiente para culminar el proceso de desalojo.
Celeste ha remarcado que la interlocución entre el Ayuntamiento y el poblado de Son Riera ha sido directa entre los funcionarios de bienestar social y las familias. «Un trabajo constante y directo que no se ha dejado de hacer nunca», ha agregado.
El presupuesto, destinado a la demolición de las edificaciones que quedan, es de 491.000 euros distribuido en los presupuestos municipales de 2025, 2026 y 2027.
Durante la legislatura 2015-2019 se firmó un nuevo pacto político para el desmantelamiento de este poblado. A partir de ese acuerdo unánime, el Ayuntamiento de Palma ha trabajado para realojar a sus residentes vulnerables y desde entonces han salido del poblado 203 personas, de las cuales 118 eran adultos y 85 menores, para un total de 48 familias.
La última actuación municipal de calado en Son Banya fue en el mes de mayo de 2023, antes de las elecciones del 28M, cuando el consistorio palmesano derribó cinco chabolas de la manzana dos y aseguró que había realojado a seis familias. Un total de 12 adultos y 14 menores que se sumaron a las 177 personas que desde 2018 han ido abandonando el poblado, 104 adultos y 73 menores. Durante este último año han sido siete las viviendas adjudicadas.
También en materia de Servicios Sociales, la portavoz del equipo de gobierno, Mercedes Celeste, ha asegurado que el Ayuntamiento mantiene relación con las dos familias desahuciadas este pasado miércoles de un solar municipal del barrio de Son Malferit, y que hará el seguimiento «como no puede ser de otra manera».
Celeste ha señalado que una de las familias ya encontró asistencia y que la otra rechazó la solución habitacional temporal que ofreció el Ayuntamiento.
«Desde Servicios Sociales se les ofreció una alternativa habitacional en los centros de acogida municipal. Ante el rechazo de la familia, se les ha comunicado la cartera municipal de servicios sociales, además de la posibilidad de optar a ayudas del alquiler», ha recordado la portavoz.
En esta línea, ha apuntado que la familia, aunque rechazó la solución habitacional temporal, está dispuesta a recibir ayudas y que se «seguirá trabajando con ellos».