El incivismo y la criminalidad se han apoderado de la Plaza de España y el Parc de Ses Estacions de Palma. A lo largo del verano, los episodios de inseguridad ciudadana no han dejado de sucederse: indigencia y okupaciones, suciedad y orines, trapicheos, prostitución, altercados callejeros, innumerables robos a diario… Y lo más inaudito de todo: el hallazgo de un cadáver.
Tristemente, esta es la realidad que deben soportar día tras día los vecinos y comercios de la zona, quienes ruegan a las administraciones municipales y autonómicas que actúen de inmediato para frenar una degradación que tildan de «descontrolada e insostenible». Para ello, exigen al Ayuntamiento que incorpore mejoras en los servicios de limpieza de Emaya y que aumente la seguridad y contundencia policial.
Basta con darse un paseo y detener brevemente la mirada para comprobar el alarmante nivel de degradación que afecta a estos céntricos y emblemáticos espacios palmesanos. La Plaza de España y el Parc de Ses Estacions se han convertido en dos lugares poco seguros por los que transitar. «Esta zona da miedo», es la aseveración más repetida por parte de los empleados y propietarios de los distintos comercios de la zona a los que OKDIARIO ha tenido la oportunidad de entrevistar.
Una trabajadora de una cafetería afirma que «está subiendo muchísimo la delincuencia» y lo ratifica al contar que «justo acaban de robar un móvil a un cliente». «Esta mañana, por ejemplo, han robado un patinete eléctrico», explica la empleada, que cuenta que los hurtos que reciben son de todo tipo, desde «papel higiénico hasta el IPad para anotar las pedidos».
Asimismo, confiesa que tienen que guardar las mesas, sillas y sombrillas cuando cierran debido a los continuos robos. Relata que «los indigentes cogían las sombrillas en invierno, las cortaban y las utilizaban como mantas para dormir».
Por otro lado, esta profesional de la hostelería cree que «la solución sería poner una minicomisaría al lado de la oficina de Turismo». También considera que la Policía debería controlar más la venta de droga en la ciudad, puesto que, según ella, «se nota mucho cuando la dosis de heroína es dura. Van todos como zombies, por lo que se vuelven muy peligrosos».
Los indigentes de Plaza de España
Un propietario de otro establecimiento lamenta la degradación de la Plaza España y señala a los sintecho como los principales responsables de ello. «Se juntan hasta diez indigentes, se ponen a fumar y beber y ahí es cuando empiezan los problemas serios: chillan, increpan a la gente, hacen sus necesidades en público…», comenta el gerente.