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Armengol prometió cinco residencias, sólo ha hecho dos que están cerradas y 1.700 ancianos en espera

  • Indalecio Ribelles
  • Redactor de OKBaleares, información local de Palma, social y política. Antes, redactor en EL MUNDO/ Baleares durante 20 años.

Una cosa es predicar y otra dar trigo, y si es por prometer la presidenta socialista del Govern balear, Francina Armengol, es toda una alumna aventajada, al igual que la mayoría sus socios de coalición, independentistas de Més y Podemos, que tras prometer abrir cinco residencias de ancianos, sólo ha construido dos y están cerradas a cal y canto, con 1.700 personas mayores en lista de espera, cuando hoy 1 de octubre, se celebra el Día Internacional de este colectivo. 

Hace nada menos que cinco años, a mediados de la pasada legislatura, la propia Armengol acompañaba a la consellera independentista de Asuntos Sociales del Govern, Fina Santiago, (Més per Mallorca) en la presentación del que bautizaron como el plan quinquenal de infraestructuras sociales en las Islas Baleares para los años 2017-2021.

El Plan de Actuación para la Ampliación de la Red Pública de Servicios Sociales 2017-2021 preveía la construcción de 5 nuevas residencias en Ciutat Jardí-Son Martorell (120 plazas), Marratxí (100 plazas), Maó (90-120 plazas), Son Dureta (120 plazas) y Formentera (18 plazas).

Pasó 2021, ha caducado ya el plan, y sólo se han construido dos residencias, la de Marratxí y la de Formentera, y las dos están cerradas, sin que exista la certeza de cuándo podrán habilitarse unos centros, cuya gestión y puesta en marcha le corresponde a los consells insulares.

Si tenemos en cuenta la gestión realizada con la puesta en marcha de 118 plazas, una vez abierto ambos centros, y la lista de espera existente, el fracaso de la consellera Santiago es bien patente, ya que en el mejor de los casos, no llegará a satisfacer ni una décima parte de la demanda existente, y todo ello, tras ocho años gestionando la Conselleria de Asuntos Sociales.

La gestión, está claro, es más que mejorable en las filas socialistas e independentistas, si tenemos en cuenta que la residencia de Marratxí ( Son Caulelles) fue inaugurada en noviembre de 2021, pero sus puertas siguen cerradas casi un año después, por la falta de previsión del Consell de Mallorca y el Ayuntamiento de Marratxí, a la hora de poner en marcha los procesos de licitación y contratación del personal del centro. Ambas  administraciones están gobernadas por los socialistas, con Catalina Cladera al frente de la primera, y Miquel Cabot en la Alcaldía.

Y lo mismo sucede con la futura residencia de Formentera, cuyas obras han costado dos millones de euros, concluyeron la primavera pasada, y las 18 plazas continúan vacantes, y ahora, con la previsión de que el presente otoño pueda abrir sus puertas, una vez que lo posibilite la presidenta socialista del Consell de Formentera, Ana Juan.

En el caso de la de Marratxí nada se sabe, porque como esta semana ha denunciado Jaume Llompart, presidente y portavoz municipal del PP en esta localidad mallorquina, lleva más de medio año inaugurada pero sigue cerrada por lo que el edificio se ha deteriorado, las plantas y arbustos están muriendo, e incluso, se han detectado grietas en los aljibes.

Todo ello después de que el pasado 24 de noviembre de 2021, la consellera de Asuntos Sociales del Govern, Fina Santiago, escenificara la entrega de llaves de la residencia Son Caulelles a la presidenta del Consell Insular de Mallorca, Catalina Cladera, un inmueble cuya construcción ha costado 8,4 millones de euros.