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Anormalidad democrática

Que este Gobierno siga gobernando es lo verdaderamente extraordinario, como lo son las encuestas de Tezanos, lo que indica que, de ser rigurosas, algo no está funcionando en la sociedad española. Ha habido mucho ruido y seguirá habiendo con Trump y los aranceles. Sin embargo, no podemos perder la perspectiva de lo verdaderamente esencial, muy importante, y es la actual situación política y judicial del Gobierno de España.

Lo verdaderamente grave no sólo es la trama de corrupción que afecta al PSOE, a Sánchez, a través del que fue su ministro de Transportes y número dos, Ábalos, que es la correa de transmisión de diversos casos y, como vasos comunicantes, enlazan con mascarillas, hidrocarburos, obras públicas, nepotismos, maletas de Delcy, rescates de Air Europa, prostitutas, alquiler de chalets con dinero público, revelación de secretos, malversación, fiscal general imputado, su esposa imputada, su hermano, diversos ministros salpicados… y todas conducen a Sánchez a través de su esposa Begoña Gómez.

Hay en la otra cara de la misma moneda la hoja de ruta de Sánchez para liquidar la Constitución del 78 a través de los nacionalistas, en unión de Junts, ERC, Bildu, Compromís y el PNV para determinar la España que definió el maléfico y nefasto Zapatero, ideólogo de ello y ejecutado por el traidor Sánchez, no sólo impelido por la situación judicial que deviene a su partido, a su familia, a él mismo, no sólo para mantenerse en el poder, sino que es la vía para llegar a una situación excepcional de liquidación de la Constitución y el establecimiento de un nuevo periodo constituyente y todo con una pieza fundamental que es el cómplice necesario, Conde-Pumpido, ligado también a Zapatero.

Hay que recordar que Zapatero ya cuestionó el concepto de nación en cuanto a señalar a España como la única existente e indicó la plurinacionalidad de España con las varias que existían en el Estado, a saber, Cataluña, País Vasco, Galicia, aunque después se arrepintiera de ello de forma sibilina e hipócrita. Zapatero fue nefasto para España, abrió la espita del procés, legalizó a ETA, tiró a la basura el Plan Hidrológico Nacional, recordemos lo que ha ocurrido con la DANA, no se enteró de la crisis económica… y desgraciadamente sigue siéndolo, pues se ha constituido en el eslabón del vergonzoso y delictivo tráfico de influencias de este Gobierno, de Sánchez, ante diversos gobiernos dictatoriales y asesinos, y aquí aplican la ignominiosa Memoria Democrática y se asocian con los enemigos de España, a los que benefician constantemente en detrimento del resto de los españoles, blanqueando igualmente a los asesinos de ETA, otorgándoles todo tipo de beneficios y recibiendo en la Moncloa a sus representantes.

Todo en este Gobierno es pura bazofia, traición y despropósito, la lógica no existe y sí una hoja de ruta perfectamente diseñada para liquidar el régimen del 78. Y termino como empecé: si a todo ello le añadimos nuestra política exterior, con esta visita a China, principal enemigo de EEUU, con un Trump absolutamente furibundo y advertencia de administración de que «era cortarse el cuello», las consecuencias son rotundamente imprevisibles, y aunque desde Felipe González todos los presidentes han visitado China, no parece que este momento sea el más idóneo para ello y tengamos que lamentarlo.

¿Qué puede salir peor? ¿Y qué pretendía decir Trump al señalarnos como una nación Brics sin serlo? ¿Nos hemos dado cuenta de que indica que va a echarnos de la OTAN? No se puede estar alineados con China, dictadura, con protagonistas en su liderazgo de autores de millones de muertos y con aquel al mismo tiempo, y después ir a EEUU a pedir perdón. Así no vamos a ningún sitio, si bien observando lo que está ocurriendo en la política nacional, la política exterior es otro rotundo despropósito. «Sí soy pesimista, pero yo no tengo la culpa de que la realidad sea la que es» (Saramago).