El anciano que mató a un ladrón que asaltó su casa relata el miedo que pasó: «Vi que me mataban»
El anciano sufrió una rotura en la columna que precisó de intervención quirúrgica, y fracturas en nariz y mano
La Fiscalía pide para los tres presuntos ladrones penas que suman 16 años de cárcel
El abogado del anciano que mató a un ladrón que asaltó su casa en Porreres: «Temía por su vida»
El anciano que mató a un ladrón que asaltó su casa en Porreres en 2018 ha relatado este martes en el juicio que pasó «miedo» durante el robo. El hombre, de 83 años de edad y que fue asaltado por tres individuos, ha asegurado que «me entró el pánico, me vi que me mataban».
El juicio arrancó este lunes y la Fiscalía pide para él cuatro años de prisión por homicidio a uno de los asaltantes. La madre del ladrón le acusa de asesinato y pide 15 años. El hombre ha detallado que había sufrido otro robo apenas dos meses antes, por parte de personas que, si bien no se atreve a afirmar que fueran las mismas, sí iban vestidas «exactamente igual». En aquella ocasión, en diciembre de 2017, le pusieron «un cuchillo en el cuello», «una pistola en la cabeza» y le amenazaron con matar a sus nietos.
Así, en el segundo incidente, el hombre temía que, «como la otra vez», le dejaran encerrado y amordazado dentro de una habitación, junto a su mujer. «Nos vamos a morir aquí encerrados», es lo que pensó.
Todo comenzó cuando, a primeras horas de la mañana, en pijama, el hombre -de 78 años en aquel momento– salió al jardín y le abordaron sorpresivamente. «Salieron dos encapuchados, me cogieron por el cuello y me taparon la boca», ha contado. Intentó gritar. «Me tenían cogido por el brazo, y me hacían daño, y les dije que se pusieran tranquilos que colaboraría», ha rememorado.
Los asaltantes arrancaron los cables del teléfono fijo y le quitaron el móvil a su mujer. Después le obligaron a abrir la caja fuerte. Parecía que no estaban satisfechos con el botín –unos 15.000 euros, de los que 3.000 euros estaban en monedas– y empezaron a ponerse «nerviosos» y «violentos», según el jubilado.
Atemorizado por su experiencia anterior, decidió «hacer algo» y cuando pudo, cogió una escopeta de caza –«de perdigones pequeños, para cazar conejos»– que tenía en la casa. El anciano, ha insistido en que «no quería disparar» pero que cuando trató de amedrentar a los ladrones, éstos, lejos de marcharse, «aceleraron» y se abalanzaron sobre él. De hecho, ha asegurado que uno de ellos trató de golpearle con una pata de cabra. «Por poco me mata», ha contado.
De este modo, ha remarcado que «fue todo muy rápido». «Instintivamente me agaché y disparé. Ni supe si le di, no me enteré de nada», ha dicho el procesado. Además, ha recalcado que no tenía margen para «pensar». «Ahí no tienes tiempo a reflexionar. Aquí dentro es muy fácil decir: ‘Yo hubiera hecho esto y lo otro’. Pero con el miedo en el cuerpo…», ha razonado ante el Jurado.
En todo momento ha insistido en que sólo pretendía conseguir que se marcharan: «Les indiqué el camino para que se fueran, y no creía que me fueran a atacar». Cuando vieron el arma «uno dijo: ‘¡Una escopeta!’». «Creí que se pararían y saldrían, pero en vez de esto el que iba delante levantó la pata de cabra y casi me parte la cabeza». Después del disparo, el otro le golpeó hasta que perdió el conocimiento. Cuando se despertó, se encontró solo y llamó al 112.
El anciano sufrió una rotura en la columna que precisó de intervención quirúrgica, y fracturas en nariz y mano. En la casa había un ‘botón del pánico’ pero el jubilado no pensó en pulsarlo.
En el banquillo también se sienta el otro asaltante –hermano gemelo del fallecido– y otros dos hombres acusados de ser las personas que organizaron el robo. Esas dos personas ya fueron condenadas en firme por el robo de diciembre. La Fiscalía pide para los tres presuntos ladrones penas que suman 16 años de cárcel.
El jubilado ha indicado que conoce a otro de los imputados, señalado como uno de los presuntos ‘cerebros’ del golpe, porque había colaborado con él en su negocio de máquinas tragaperras –que en la fecha del robo, acababa de vender, obteniendo una buena suma. Esa persona habría estado en varias ocasiones en su casa.