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El alcalde socialista de Palma abre al público de tapadillo la polémica y peatonalizada calle Nuredduna

  • Indalecio Ribelles
  • Redactor de OKBaleares, información local de Palma, social y política. Antes, redactor en EL MUNDO/ Baleares durante 20 años.

El alcalde socialista de Palma, José Hila, ha abierto al público, de tapadillo, sin inaugurar ni comunicar nada a la población y después de más de un año de obras y concentraciones vecinales de protesta, la peatonalización más polémica de cuantas se han realizado en la capital balear en los últimos años, la primera ejecutada fuera del perímetro de Avenidas: 280 metros lineales de la calle Nuredduna.

Un proyecto en el que Hila ha invertido más de dos millones de euros y que le ha supuesto un notable desgaste político y de imagen por su falta de diálogo y de empatía con toda clase de entidades contrarias a esta obra que el gobierno municipal de socialistas, independentistas de Més y Podemos ha impuesto a vecinos y comerciantes de Pere Garau.

Las entidades de la zona, desde el primer momento, se han opuesto a la millonaria inversión municipal realizada en la reurbanización de esta pequeña calzada del barrio más poblado de Palma y que más carencias tiene de equipamientos públicos de todo tipo.

La división entre el barrio rico, de residentes en las fincas y pisos de esta calzada peatonalizada y urbanizada que revalorizará todas las propiedades inmobiliarias de esta calle que confluye con las Avenidas, y el barrio pobre, del interior de Pere Garau, donde los pisos okupa, la inseguridad ciudadana, la suciedad de calles y plazas marcan el día a día de sus casi 30.000 vecinos, es ya un hecho después de que el área de Infraestructuras presidida por la concejala socialista, Angélica Pastor, ordenara esta semana el retirado del vallado instalado el pasado mes de agosto.

La gentrificación y la especulación inmobiliaria también empiezan a ser patentes y paralelas a la expulsión de la gente más humilde que residía en los pisos de esta calzada, como ha venido denunciando la plataforma Pere Garau, molt més que Nuredduna , que agrupa a Flipau amb Pere Garau, ARCA y la asociación de comerciantes del mercado de abastos del barrio.

Entidades que rechazan este proyecto y reivindican un eje cívico homogéneo, completo desde las Avenidas hasta Miquel Dolç, pacificado, con tránsito ciclista y prioridad peatonal porque, a su juicio, los 280 metros de esta calle no la convierten en un eje cívico.

Con Nuredduna abierta al tránsito peatonal con bancos, jardineras y flores recién plantadas, las obras continúan en la popular plaza de las Columnas (Francesç García Orell), en la que aquella desemboca y que aún se mantiene cerrada al público, mientras se materializa la renovación de todo su pavimento.

Una plaza catalogada que se encuentra en estos momentos patas arriba por unas obras que no han sido aprobadas por la Comisión de Centro Histórico y que la entidad conservacionista Arca ha llevado a los tribunales, al igual que la peatonalización de la calle Nuredduna.

El colectivo considera en su denuncia que el proyecto de reurbanización contradice el interés general por no cumplir con el plan estratégico de Palma y el desarrollo urbano sostenible, implicando también un desequilibrio social y territorial, e incumple el procedimiento de participación ciudadana en la elaboración y aprobación del proyecto, vulnerando la Constitución, la Ley autonómica de Régimen Local y el propio Reglamento orgánico de participación ciudadana de Palma de 2014.

Pero pese a todo y contra todos, el gobierno municipal no ha dado el brazo a torcer y ha tirado para adelante con su proyecto, que ya ha concluido con la peatonalización de una calle Nuredduna ya reurbanizada y abierta al público.