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SANTA PONÇA

Un acto vandálico causa importantes daños en el poblado prehistórico del Puig de Sa Morisca

El impacto más grave ha sido el derrumbe de la columna central de la Torre III

"Es fundamental no subirse a los muros ni estructuras, ya que puede debilitarlas y provocar daños irreparables"

"Hacemos un llamamiento a la responsabilidad y el respeto por nuestro legado"

Un acto vandálico en el poblado prehistórico Puig de Sa Morisca de Santa Ponça ha provocado importantes destrozos. El equipo que allí trabaja ha denunciado ante el SEPRONA de la Guardia Civil los destrozos que ha sufrido la Torre III de este parque arqueológico y ha trasladado estos hechos al Departamento de Patrimonio Histórico del Consell de Mallorca.

Según ha informado este viernes el Ayuntamiento de Calvià, entre el 30 de enero y el 3 de febrero se produjeron importantes daños en el interior de la estructura. El impacto más grave ha sido el derrumbe de la columna central de la Torre III, compuesta por dos tambores de piedra arenisca, los cuales estaban fijados a la roca madre con mortero de cal y arena.

Tras el ataque, las piezas de la columna han sido desplazadas y derribadas, presentando desperfectos por golpes. El tambor superior se ha fragmentado, afectando una zona previamente debilitada, restaurada en 2006. Además, se ha constatado la ausencia de elementos de pequeño tamaño que rellenaban el espacio entre la pilastra adosada y el paramento interior de la estructura. Estos daños han debilitado la estabilidad de la columna y podrían afectar a la conservación de la Torre III en el futuro.

Asimismo, se han identificado destrozos en la réplica de un horno metalúrgico, que forma parte del programa didáctico del museo. Este horno es una herramienta clave para la divulgación de las técnicas metalúrgicas prehistóricas en nuestras actividades educativas.

«Es fundamental no subirse a los muros ni estructuras, ya que esto puede debilitarlas y provocar daños irreparables. Del mismo modo, no debemos recoger ni mover ningún objeto, por pequeño que parezca, ya que su contexto es clave para la investigación arqueológica. El patrimonio es de todos, pero su conservación depende de cada uno de nosotros», concluyen desde el poblado del Puig de Sa Morisca.