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Dos policías salvan la vida de un bebé de un año en Zaragoza tras casi morir ahogado por una flema

Los policías lograron que el bebé expulsara la flema introduciéndole el dedo en la garganta

Cada niño tiene un ángel de la guarda, y en el caso de un bebé de Zaragoza ha tenido dos policías nacionales. Se trata de un angustioso caso con final feliz, gracias a la intervención de dos policías nacionales que han salvado la vida de un bebé de tan sólo un año que no podía respirar a causa de una flema gigante que le obstruía la respiración.

Sucedió este pasado sábado al mediodía, cuando una mujer en plena calle del barrio Oliver, empezó a pedir auxilio al apreciar que su hija se estaba ahogando. Los gritos de la madre llamaron la atención de varios testigos, que llamaron al 091. Sin embargo, mientras una patrulla de la Policía Nacional se dirigía al lugar indicado, un hombre en coche, al ver lo que sucedía, se prestó a llevar a la madre y a su criatura a un centro de salud.

Se tomó la decisión de llevarlo al más cercano, situado en la calle Lolita Parra. Por suerte, los testigos de la zona se quedaron con el nombre del lugar, puesto que cuando llegó la patrulla de la Policía donde les habían indicado en la llamada telefónica, los agentes se percataron que este centro estaba cerrado en sábado, por lo que acudieron donde presumiblemente estaría la madre y la bebé.

Los policías de Zaragoza y el bebé

Así fue, cuando los agentes llegaron al centro de salud, se encontraron con la madre desesperada aporreando la puerta, mientras su pequeña hija se debatía entre la vida y la muerte al punto de la axifixia.

Los policías no dudaron en actuar. Uno de ellos cogió a la bebé, la colocó en sus antebrazos en posición de cubito prono, es decir boca abajo, y comenzó a darle pequeños golpes en la espalda con la mano para que expulsase el posible objeto que estaba obstruyendo su vía respiratoria.

Así mismo, el agente optó con introducirle el dedo en la garganta, pudiendo extraer una flema de grandes dimensiones y comenzó a respirar con normalidad. Esta maniobra de primeros auxilios hizo que la bebé comenzara a respirar con normalidad, después de expulsar la flema con la que se estaba atragantando. Posteriormente, la pequeña fue traslada al Hospital Materno Infantil para la valoración de un especialista.

Al fin y al cabo, los mocos y las flemas en los bebés son muy frecuentes, puesto que las mucosidades son un mecanismo de defensa muy eficaz para fortalecerse frente a los virus, ya que limpian las vías aéreas de germen y evitan que se proliferen.

El problema en este caso, es que al bebé le resultó difícil expulsar las flemas, pues en muchas ocasiones, el moco y las flemas de la nariz y del pulmón suelen ser evacuados por el sistema digestivo.

Las flemas de los bebés

Tal y como indican los especialistas, en momento similares, es crucial poder identificar los signos de ahogo de un bebé para actuar con rapidez y eficacia. De hecho, hace algunos años, una historia similar dio la vuelta al mundo en el estado de Florida (EEUU), gracias a que un periodista logró captar la imagen de una mujer que salvó la vida de su sobrino de cinco meses.

El fotógrafo del Miami Herald, Al Díaz, pudo fotografiar el momento en que esta mujer salió de su coche en mitad de un atasco pidiendo ayuda. La tía practicó al pequeño cinco meses una reanimación cardiopulmonar que le salvó la vida. La imagen fue seleccionada como foto del año por la Associated Press Media Editors, y Díaz recibió el Galardón a la Acción Humanitaria del año por el National Press Photographer Association (Asociación Nacional de Fotógrafos de la Prensa).