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El auge de la industria de la nube deja inversiones de 24.500 millones y 6 centros de datos en Aragón

Amazon ampliará en los próximos años sus tres centros de datos

Microsoft construirá otros tres centros en Zaragoza

En sólo cinco años, Aragón ha experimentado un cambio radical en su potencial tecnológico gracias a los centros de datos. Desde que Amazon Web Service decidió instalar en Aragón sus centros de datos, las inversiones astronómicas que se están anunciando indican que la comunidad está a punto de dar un salto cualitativo que la sitúe en el centro de la industria del dato en el sur de Europa.

En los próximos años, tanto el gigante de Jeff Bezos como Microsoft invertirán en Aragón un total de 24.500 millones de euros, convirtiéndose sin paliativos en los nuevos terratenientes del siglo XXI en la comunidad, si se tiene en cuenta que el presupuesto autonómico es 8.546 millones de euros en este 2024. Unas cifras que sirven para comparar el capital al que nos estamos refiriendo, al suponer 2,8 veces más de inversión estos nuevos centros de datos que el presupuesto récord de Aragón.

Los centros de datos en Aragón

Los motivos que han llevado a compañías como Amazon o Microsoft a desplegar tales infraestructuras en Aragón son varios. El primer factor, sería la capacidad de producción de energía renovable, tal y como reconocen, puesto que la comunidad autónoma produce el doble de energía de la que consume.

El segundo, la disponibilidad de tierra y la ubicación estratégica, dos requisitos fundamentales que permiten a las multinacionales no sólo instalarse, sino crecer, como es el caso de Amazon. La tercera de las razones que podríamos destacar sería las facilidades administrativas desde el Gobierno de Aragón para agilizar los trámites, tal y como anunció al principio del mandato Jorge Azcón, consciente de «la importancia de los plazos» para que este tipo de empresas decidan establecerse, y que en sí continúa la dinámica que comenzó el anterior Ejecutivo socialista de Javier Lambán.

Pero sin duda, el cuarto y no menos importante factor es el agua de la que dispone la comunidad, indispensable para mantener refrigeradas las instalaciones, puesto que los centros de datos consumen una cantidad ingente de agua. Sólo hay que advertir que Amazon crecerá significativamente en los próximos años en el Burgo del Ebro, hasta alcanzar las 147 hectáreas en total, en un paraje natural donde pasa con esplendor el río más caudaloso de España, y que da nombre a la población.

Por poner un ejemplo, la palabra nubes de datos está estrechamente relacionado con la metáfora del agua que requieren, puesto que estos centros de datos precisan de sofisticados sistemas de refrigeración para mantener la infraestructura operativa.

Amazon amplía su influencia

Como comentábamos, Amazon empezó a crear en 2020 una nueva región geográfica (como se refieren a la compañía) en Aragón, donde se ubican algunas de sus macro granjas digitales. En el caso de Aragón, hay ya tres centros de datos. Si bien, cuatro años después, la multinacional, tal y como anunció este pasado mayo, los ampliará con una inversión de 15.700 millones a diez años, lo que la sitúa hasta la fecha en la mayor del sur de Europa, incluyendo Francia.

Dos de sus centros de datos se encuentran en dos pueblos de Zaragoza: en Villanueva de Gállego (junto a la Academia General Militar) y en el Burgo de Ebro. Además tiene otro centro de datos en Huesca. De ahí que Jorge Azcón aspire a convertir a Aragón en la «Virginia española», teniendo en cuenta que, en este estado estadounidense, la compañía de Jeff Bezos ha constituido una región con seis centros de datos. De momento, en Aragón, Amazon ocupará 400 hectáreas en total, ampliándose en 354 hectáreas en los próximos años.

Entre las ventajas de crear una región geográfica en España, está la de reducir la latencia hasta lo mínimo posible, es decir, que apenas haya una diferencia de tiempo en la transmisión de comunicación en los diferentes puntos del país, logrando bajar hasta 10 o 20 milisegundos. Esto resulta capital para hacer posible, por ejemplo, la revolución industrial del 4.0 que permite una monitorización a tiempo real de los procesos, por medio del Internet de las Cosas (IoT) y la Inteligencia Artificial (IA).

Microsoft se instala

En cuanto a Microsoft, desde que conocimos el anuncio en octubre de construir un campus de datos para proporcionar servicios de nube inteligente a empresas y organizaciones públicas europeas, las expectativas no han hecho más que aumentar en la comunidad.

La multinacional ya había apostado por implantar una región de centro de datos en la conocida como Gran Madrid, centrada en la Inteligencia Artificial y en la nube. De ahí que la noticia de instalar y crecer en Aragón hasta ubicar tres centros de datos haya ratificado la apuesta por esta región.

Según informaron desde el Gobierno de Aragón, la compañía invertirá «6.600 millones de euros en total» en los tres centros de datos, que se instalarán en el Parque Tecnológico la Cartuja, en el Polígono Centrovía de la Muela y el de Villamayor de Gállego, éste último anunciado a comienzos de julio, y que tendrá una extensión de 87,4 hectáreas, con una inversión de 2.200 millones de euros.

El agua y los centros de datos

Sin embargo, la cara amarga de esta nueva industria del dato está en su consumo de agua. Hay que tener en cuenta que este tipo de negocios funcionan las 24 horas del día, consumen una ingente cantidad de energía y que, por ello, es fundamental la puesta en marcha de estructuras de energía renovable, porque de otra manera no habría recursos energéticos suficientes, en pocos años, para abastecer la descomunal demanda.

La sostenibilidad de los recursos hídricos es lo que más inquieta desde el punto de vista medioambiental, puesto que los centros de datos amenazan con disparar el gasto de agua necesario para la refrigeración, dado que, según estimaciones de consultoras, como DGTL Infra, un sólo edificio de centros de datos consume de promedio 24,9 millones de litros de agua anuales. Si lo comparamos con el consumo de agua promedio de un español al año, las cifras aún son más alarmantes, tal y como estima el diario ABC, puesto que un edificio de centros de datos consumiría en un día, lo que un español en un año.

De momento, desde las compañías no han dado datos oficiales del consumo de agua previsto en Aragón, pese a que insisten en que tienen el compromiso de «positivos en el uso del agua antes de 2030, devolviendo a la comunidad más agua de la que utiliza en sus operaciones».

¿De qué manera? Según aclara Amazon sería también a través de proyectos colaborativos que estudian la manera de que otras instituciones sean más eficientes a fin de que, por ejemplo, no se desperdicie el agua, así como de «utilizar la tecnología de la nube para detectar y reducir posibles fugas; así como para devolver agua reutilizada a las comunidades locales, evitando de este modo que la contaminación llegue al río Ebro».