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Los partos en Melilla caen un 66% por el cierre de la frontera con Marruecos y la exigencia de visado

Los partos en Melilla se han reducido en más de un 66% en los tres últimos años, pasando de 2.476 en 2019 a sólo 826 en 2022. Entre medias, dos factores claves: el cierre de la frontera con Marruecos en marzo de 2020 por la crisis del Covid-19 y su posterior reapertura en mayo de 2022 con nuevas restricciones, esto es, la exigencia de visado a todos los marroquíes que pretendan acceder a la ciudad española.

Un portavoz del Instituto de Gestión Sanitaria (INGESA), organismo dependiente del Ministerio de Sanidad, ha detallado este domingo que el Hospital Comarcal de Melilla ha cerrado 2022 con 826 partos, «con lo que se consolida la tendencia a la baja de los últimos siete años, desde que alcanzó en 2015 la cifra más alta con 3.001» alumbramientos.

La evolución anual de partos en el centro sanitario melillense desde el citado año récord ha ido progresivamente en descenso: 2.946 en 2016, 2.799 en 2017, 2.564 en 2018 y 2.476 en 2019.

No obstante, desde que Marruecos cerrara unilateralmente sus fronteras con Melilla en un intento de controlar la pandemia de coronavirus, la atención de partos en el hospital melillense ha descendido de forma notoria.

En 2020 se bajó del umbral de los 2.000 alumbramientos (1.996), un 20% menos en relación al año anterior, y en 2021 volvió a caer más de un 55% interanual (886 partos). Cabe recalcar que antes de las citadas restricciones, las parturientas llegadas de Marruecos pasaban a suelo español para recibir asistencia en el centro sanitario de Melilla, ya que existe la obligación legal de atenderlas de forma gratuita.

Nacionalidad española

Cabe recordar que en febrero de 2019, Ceuta y Melilla acordaron plantear una iniciativa legislativa al Congreso de los Diputados para que el Código Civil retire a «los hijos de los extranjeros nacidos en las ciudades autónomas» la posibilidad de acceder directamente a la nacionalidad española.

La legislación vigente reconoce actualmente a «los nacidos en España de padres extranjeros si, al menos, uno de ellos hubiera nacido también en España». Las Asambleas de Ceuta y Melilla reclamaban que «los hijos de extranjeros nacidos en Ceuta y Melilla» no puedan obtenerla por residencia beneficiándose de la cláusula que rebaja a un año la permanencia legal continuada para los nacidos en territorio nacional, sino sólo tras acumular «un periodo mínimo e interrumpido de diez años».

Para justificar tal petición los Ejecutivos regionales de las ciudades autónomas alegaban que «los 2.500 partos de ciudadanas marroquíes» que cada año se registraban en Ceuta y Melilla -el 30% y el 60% del total, respectivamente-, están relacionados con madres que «en su práctica totalidad no tienen vínculo alguno con las dos ciudades y sólo acceden desde la geografía aledaña marroquí para dar a luz y volver a sus lugares de origen posteriormente».

En base a ese mismo argumento se solicitó que tampoco pudieran ser considerados españoles de origen los nacidos en España de padres extranjeros aunque uno de ellos también hubiese venido al mundo en territorio nacional. La iniciativa legislativa no salió adelante.

En 2018, 126 extranjeros lograron acceder a la nacionalidad española en Ceuta (65) y Melilla (61) acogiéndose a la vía rápida que contempla el Código Civil para los foráneos nacidos en territorio nacional, que sólo deben acreditar un año y no diez de residencia legal y continuada en España para tramitar sus expedientes.