Andalucía

Marlaska limitó un acto de Vox en Sevilla pero permitió a los ultras boicotear el de Abascal en Vallecas

La Delegación del Gobierno socialcomunista prohibía a los sevillanos, hace apenas tres semanas, que escucharan en su ciudad las declaraciones del líder de Vox, Santiago Abascal, que había convocado una rueda de prensa en la Plaza Nueva de la capital hispalense para abordar los temas de actualidad de la política nacional. De hecho, más de 200 simpatizantes de Vox se quedaron sin poder escuchar a Abascal… Una actitud que contrasta con la permisividad del Ejecutivo de Pedro Sánchez con los ultras comunistas de Vallecas, a los que sí permitió quedarse a escasos metros del lugar en el que se celebraba el acto, e incluso blanquea la violencia ejercida contra la formación, como han hecho Pablo Iglesias, Irene Montero o el propio Pedro Sánchez con su silencio.

Abascal denunciaba en Sevilla que «aquí ha habido más dispositivo policial del que que hubo en Cataluña y en otras tierras, donde fuimos atacados y hostigados» y ha defendido que había convocado a los medios de comunicación «al aire libre porque nos parece que es mucho más seguro hacerlo así que encerrados en una sala de hotel junto con 30-40 periodistas», pero se ha encontrado «con que (el presidente del Gobierno, Pedro) Sánchez, y (el ministro del Interior, Fernando Grande) Marlaska, «han dado órdenes ilegales al Cuerpo Nacional de Policía, provocando aglomeraciones en calles estrechas, daños a comerciantes, y, además, han impedido la libertad de circulación de los sevillanos en su propia ciudad».

Y es que resulta llamativo que en la Plaza Nueva de Sevilla no se permitiera el paso a los simpatizantes de Vox, mientras que en Vallecas se dejara campar a sus anchas a todo aquel que, piedra en mano, buscaba boicotear el acto de Vox en el popular barrio madrileño.

«Lo que hoy ha pasado en Sevilla no es más que una muestra de la actitud arbitraria, criminal y de ataque a los derechos y libertades de los españoles que este Gobierno ha desarrollado y desplegado durante toda esta epidemia» bajo un estado de alarma que Vox considera «que es ilegal y que se ha utilizado para restringir nuestros derechos y libertades». «Lo que hoy ha ocurrido aquí es un perfecto ejemplo de hasta dónde se atreve a llegar el Gobierno», denunciaba Abascal.