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Un detenido por yihadismo imputado por amenazar a dirigentes de Vox en Ceuta: «¡Os mataré a todos!»

El titular del Juzgado de Instrucción nº 1 de Ceuta ha dictado un auto de procedimiento abreviado en el que imputa a Anuar Ali Amzal, vecino de la ciudad, dos presuntos delitos de odio y amenazas graves contra dirigentes de Vox, a quienes se dirigió al grito de «¡os voy a matar! ¡Voy a ir a por vuestras familias, vuestros hijos y mujeres y todos vosotros!».

El investigado, de nacionalidad española y origen marroquí, fue detenido en 2015 en una operación antiyihadista en la barriada ceutí de El Príncipe y posteriormente absuelto. La Fiscalía señaló entonces que la célula tenía «preparación, disposición y medios» para llevar a cabo «acciones armadas» en España. Tras los atentados de París contra la revista satírica Charlie Hebdo, el grupo investigado reaccionó con pintadas en distintos puntos de Ceuta en apoyo expreso al ISIS con mensajes tales como: «Lo de Charlie es poco, el Estado Islámico está de camino». En 2016, la Audiencia Nacional dejó en libertad sin cargos a los seis integrantes de la célula de Anuar.

El pasado 2 de mayo, tras una misa en la iglesia de San Francisco, la comitiva de Vox, formada por dirigentes del partido, diputados nacionales y locales y senadores, se dirigió a un segundo acto institucional en la plaza Teniente Ruiz de Ceuta. Al abandonar el lugar, según la denuncia presentada por Vox, fueron abordados por un individuo que mostraba «actitud violenta, agresiva y provocadora» y que comenzó a «amenazar» al portavoz de Vox en la Asamblea regional, Carlos Verdejo, al grito de «¡perro, te voy a reventar, hijo de puta!».

«Ante una agresión física inminente», los compañeros de Verdejo intervinieron en la trifulca para evitar «un episodio violento mayor». Es entonces cuando el varón se dirigió a ellos en los siguientes términos: «¡Os voy a matar a todos, os voy a matar, voy a ir a por vuestras familias, por vuestros hijos y mujeres y todos vosotros! ¡Perros, maricones, hijos de puta, racistas!», así como otros gritos en árabe.

Al percatarse de que la escena estaba siendo grabada, el denunciado propinó «un fuerte puñetazo en el pecho» e intentó arrebatar el móvil al secretario del grupo parlamentario Vox de Ceuta, David Castellanos, que tuvo que ser atendido en Urgencias por una contusión torácica y una crisis de ansiedad. Las lesiones, precisa el juez, tardaron 30 días en curar. La resolución judicial refleja que Castellanos se ha tenido que marchar de Ceuta y dejar su trabajo a raíz de los hechos.

El auto judicial

Las diligencias previas se incoaron tras las denuncias presentadas por ambas partes. Tras repasar los vídeos de la trifulca y escuchar las declaraciones de varios testigos e implicados, el titular del Juzgado de Instrucción nº 1 de Ceuta señala que el imputado paseaba con su esposa y su hijo junto al establecimiento La Meca cuando se cruzó con la comitiva de Vox.

«Sabedor» de su adscripción política y «movido por el odio, violencia e ira frente a los miembros de dicho grupo por pertenecer al mencionado partido», el hombre empezó a insultar e incluso a «tocar en el pecho violentamente» a Verdejo, antes de ser separados. Acto seguido, «lejos de deponer su actitud, la cosa fue a más» y golpeó al asesor que grababa la escena con su teléfono móvil, increpándole por el hecho de que en las imágenes pudiera salir el rostro de su hijo.

La resolución del juez considera que la mediación del resto de dirigentes de Vox se produjo «sin intención violenta o agresiva», pero el procesado «les indicó expresamente, en voz alta y a gritos, ‘¡os voy a matar a todos, os voy a matar, voy a ir a por vuestras familias, por vuestros hijos y mujeres y todos vosotros, perros, maricones, hijos de puta!».

El auto recoge que todos los políticos sintieron «gran temor» y que el asesor golpeado «ha tenido que marcharse a vivir fuera» de la ciudad autónoma. El magistrado considera que los hechos denunciados por el presunto agresor, que se han sobreseído, «no se sostienen», y que en ningún momento fue él el agredido más allá de, «a lo sumo, agarrado y sujetado para evitar que continuara con su actuación delictiva».

Tampoco se cree en base a los «indicios racionales» analizados y recopilados que el origen de la trifulca fuese que Verdejo se hubiera referido a la esposa del imputado como «perra», ya que «no se ha justificado» y «no es lógico pensar en tal situación cuando aquellos se encontraban en un espacio público y son sobradamente conocidos en Ceuta».

El magistrado ha dado diez días a la Fiscalía y a la acusación particular para que, en su caso, soliciten la apertura de juicio oral o la práctica de diligencias complementarias.