El Covid desvela que 2 de cada 3 partos en Melilla era de marroquíes que se aprovechaban de la sanidad española
La crisis del Covid ha sacado a la luz que uno de cada tres partos que se producían en Ceuta era de mujeres marroquíes que, en su inmensa mayoría, viajaban a la ciudad autónoma únicamente para aprovecharse de la sanidad pública española. En Melilla, la cifra asciende a casi ¡dos de cada tres!
El número de nacimientos en Ceuta cayó en 2020 un 32% con diez meses y medio de frontera cerrada. El número de partos en el Hospital Universitario de Ceuta registrado durante todo el año pasado (867) fue un 32% inferior al de 2019, cuando tuvieron lugar en la ciudad autónoma un total de 1.261 alumbramientos. La brusca caída del número de nacimientos en la localidad española norteafricana se explica por el cierre, desde el 13 de marzo, de la frontera del Tarajal con Marruecos.
Según los datos facilitados este miércoles por la Dirección Territorial del Instituto de Gestión Sanitaria (Ingesa) a Europa Press, en enero y febrero se contabilizaron 110 y 93 partos, respectivamente, en la media mensual de cualquiera de los ejercicios anteriores. En marzo la cifra de mujeres que dieron a luz en el Hospital local cayó tras la clausura del paso fronterizo por la pandemia de la Covid-19, a 80.
«Tras el 14 de marzo, con las fronteras cerradas», explicó el Gobierno central en verano en una contestación a una pregunta de la senadora local Yolanda Merelo (Vox), «no se ha detectado ningún cruce de mujeres marroquíes: las que se ha constatado que han ingresado en centros hospitalarios para dar a luz son ciudadanas del país vecino casadas con ciudadanos españoles que por diversas circunstancias no son todavía titulares de residencia legal en España».
La Asamblea de Ceuta acordó en febrero de 2019 pedir a las Cortes Generales que el Código Civil retire a «los hijos de los extranjeros nacidos en las ciudades autónomas» la posibilidad de acceder directamente a la nacionalidad española que actualmente reconoce a «los nacidos en España de padres extranjeros si, al menos, uno de ellos hubiera nacido también en España», y que «los hijos de extranjeros nacidos en Ceuta y Melilla» no puedan obtenerla por residencia beneficiándose de la cláusula que rebaja a un año la permanencia legal continuada para los nacidos en territorio nacional, sino solo tras acumular «un periodo mínimo e interrumpido de diez años».
Para justificar tal petición los Ejecutivos regionales de las ciudades autónomas alegaban que «los 2.500 partos de ciudadanas marroquíes» que cada año se registraban en Ceuta y Melilla, el 30% y el 60% del total, respectivamente, están relacionados con madres que «en su práctica totalidad no tienen vínculo alguno con las dos ciudades y solo acceden desde la geografía aledaña marroquí para dar a luz y volver a sus lugares de origen posteriormente».
En base a ese mismo argumento se solicitó que tampoco puedan ser considerados españoles de origen los nacidos en España de padres extranjeros si al menos uno de ellos también hubiese venido al mundo en territorio nacional.
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