Tragedia en Sevilla

El atestado policial detalla cómo fue la muerte del mantero senegalés que se tiró al río en Sevilla

OKDIARIO Andalucía accede en exclusiva al atestado de la Policía Local de Sevilla sobre la muerte de un mantero

Dos agentes bucearon "al límite de sus posibilidades" para intentar salvar la vida del fallecido

Puente de Triana sobre el río Guadalquivir a su paso por Sevilla.
Puente de Triana sobre el río Guadalquivir a su paso por Sevilla.
Borja Jiménez

El atestado de la Policía Local de Sevilla sobre el fallecimiento de un mantero ahogado en el río Guadalquivir este pasado domingo, 29 de diciembre, explica los detalles de la huida de este hombre, de origen senegalés y con una orden de expulsión de España, así como de la trágica muerte del varón pese a los intentos infructuosos de dos policías locales que bucearon «al límite de sus posibilidades» para intentar salvarle.

El atestado policial, al que ha tenido acceso en exclusiva OKDIARIO Andalucía, está firmado por los seis agentes de la Policía Local de Sevilla que intervinieron en el dispositivo. Según el citado informe, sobre las 16:00 de este pasado domingo un agente informaba de la presencia de «numerosas personas que ejercen la venta ambulante» en la Avenida de la Constitución de la capital hispalense, en la que en aquel momento «se congregaba un gran volumen de ciudadanos». Entonces, varios agentes acuerdan el habitual dispositivo disuasorio para evitar a los manteros y unos 12 de ellos emprenden la huida corriendo en dirección al Paseo Cristóbal Colón.

Los agentes que les perseguían dan entonces aviso a otros dos que vestían de paisano y se unen al dispositivo. En la huida, el grupo se disgregó y alguno de ellos accedió a los bajos del Muelle de Nueva York. En esos instantes, cuatro agentes se apearon de un vehículo policial al ver a un «joven de color, con prenda clara en su parte superior, alto y de fuerte complexión, que porta dos hatillos sobre sus hombros y que va corriendo debajo de ellos en dirección hacia Terminal de Cruceros del Puerto de Sevilla». Es entonces cuando estos cuatro agentes se dirigen a pie a los bajos de Muelle de Nueva York, mientras que otros dos lo hacen con el vehículo, pero terminan abandonando el furgón «para acceder a pie a la vía, con la intención de interceptar la trayectoria de la carrera del joven».

Justo a la altura de la zona inferior del restaurante Maquiavelo, el sujeto detiene su carrera ante la presencia de dos agentes, que se encontraban a unos 25 metros de él. «De forma clara les indican repetidas veces que se detenga, que tire los hatillos y que se tranquilice. El joven hace un amago de volver sobre sus pasos, pero de nuevo se detiene ante la presencia lejana de los Agentes X, X, X y X, que caminan hacia su zona desde la posición opuesta a los otros dos agentes. Poco a poco se va acercando a la zapata del río, sin soltar en ningún momento los hatillos, por lo que de nuevo los agentes X
y X le vuelen a advertir de que se tranquilice y que tenga cuidado con sus movimientos», señala el atestado de forma textual.

«De forma sorpresiva, el varón se agacha junto a un noray de amarre allí existente, para asirse al mismo y comenzar a deslizarse verticalmente hacia la lámina de agua, que en ese punto concreto del río se encuentra a unos cuatro metros de altura. Los agentes salen corriendo entonces hacia su posición, ofreciéndole la mano para que se sujete e indicándole una vez más que se tranquilizara y que se agarrara a ellos», relata el atestado, que explica que fue cuando llegaron otros dos agentes -cuatro en total- cuando el hombre soltó sus manos del noray y cayó al agua sin ni siquiera soltar sus hatillos. 

Intento de salvarle

En ese momento, dos agentes se desprendieron de sus chaleco antibalas, sus zapatos y sus cinturones y se lanzaron al agua para intentar rescatar al hombre. Los otros dos comenzaron a solicitar la presencia inmediata de los bomberos, mientras que los otros dos iniciaban maniobras de buceo «al límite de sus posibilidades» intentando encontrar al hombre, que debido a que no sabía nadar se había hundido.

Los agentes que buscaban bajo el agua intentaron bucear hasta en seis ocasiones, sin que ninguno de ellos localizara al huido. Entonces, uno de los hatillos que portaba el varón emergió a la superficie, siendo recogido por un piragüista que lo entregó a los agentes. En su interior había 34 camisetas de fútbol falsificadas.

Según los agentes, la hora aproximada a la que el hombre se tiró al agua fue sobre las 16:25. Los buzos del Cuerpo de Bomberos llegaron a las 16:40 y comenzaron a buscar el cuerpo del ahogado. También llegaron al lugar agentes del Cuerpo Nacional de Policía, que fueron quienes se hicieron cargo de las actuaciones relativos a la identificación del cuerpo y el requerimiento de la Policía Judicial, la Policía Científica y la correspondiente comitiva judicial.

Cabe destacar que, según explican los agentes en el atestado, hay un testigo -al que identifican- dispuesto a corroborar la versión de los seis agentes de la Policía Local de Sevilla que intervinieron en el dispositivo que acabó con el fatal fallecimiento de este hombre, nacido en Senegal.

Lo último en España

Últimas noticias