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Gobierno Pedro Sánchez

Más de 50.000 personas se manifiestan en Barcelona para exigir a Sánchez elecciones anticipadas

Colau trató de boicotear la manifestación imponiendo todo tipo de requisitos y plazos imposibles

Más de 50.000 personas se manifiestan en Barcelona con banderas de España para solicitar al Gobierno de Pedro Sánchez la convocatoria de elecciones generales anticipadas.

Durante la marcha, que arrancaba a las 12:00 del mediodía desde el final de la Avenida Paralelo en dirección a Plaza de España, los manifestantes portaban banderas españolas, señeras y símbolos oficiales de otras comunidades autónomas.

La convocatoria nació a iniciativa particular del empresario José Manuel Opazo -quien se define como la «bestia humana» a la que Quim Torra se refirió en un artículo de opinión publicado en 2008 por reclamar el uso del español a la aerolínea que operaba un vuelo entre Barcelona y Suizaen defensa «de la unidad de España».

Pero la cita ha servido para significar el descontento de varios miles de ciudadanos con la situación política. Los asistentes a la protesta han exigido al Ejecutivo que rompa cualquier tipo de pacto «con los separatistas y los terroristas», en clara referencia al acuerdo de investidura cerrado por Sánchez para ganar la moción de censura, que llevó al PSOE al poder, de la mano de los nacionalistas vascos y catalanes.

Tras la pancarta ‘Recuperemos la dignidad’ se han dado cita numerosas reivindicaciones paralelas, que han coreado mensajes solicitando la dimisión de Pedro Sánchez o gritado el conocido lema «Puigdemont a prisión».

Además, han sido constantes los apoyos a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado con aplausos expresamente dedicados a los miembros de la Policía Nacional y la Guardia Civil.

A su término tuvo lugar un acto en el que se leyó un manifiesto, pero en el que no intervino ningún líder de ninguna formación política. Pese a que han estado presentes durante el trayecto algunos miembros del Partido Popular, Ciudadanos (que no se adhirieron formalmente a la movilización) a título individual y varios representantes de Vox junto con su presidente, Santiago Abascal.

El ‘boicot’ de Ada Colau 

Las dificultades para la celebración de la manifestación por parte de Ada Colau, alcaldesa de Barcelona, han sido denunciadas en los últimos días por los organizadores, quienes para preservar la seguridad del evento han contado con un nutrido grupo de efectivos de profesionales del ámbito privado estratégicamente situados en los laterales de la marcha.

La manifestación ha obligado a cortar varias calles en las que algunos grupos pertenecientes a los CDR y colectivos autodenominados ‘antifascistas’ habían contraprogramado a la misma hora una marcha -autorizada por el consistorio de Colau- de rechazo a los mensajes y simpatizantes de los constitucionalistas.

Aunque se han cruzado insultos entre los manifestantes, bajo la atenta mirada de un fuerte dispositivo policial que ha impedido que se coincidiesen físicamente, mientras los primeros gritaban «Cataluña es antifascista», los contrarios a la independencia han respondido con gritos de «nazis, nazis».

Los Mossos d’Esquadra y la Guardia Urbana han trabajado para evitar que ambas movilizaciones llegasen a cruzarse y garantizar así la ausencia de cualquier tipo de incidentes y altercados mayores en un momento en que la convivencia social en Cataluña atraviesa momentos complicados.