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Guerra del taxi

Valencia plantea una ley para obligar a Uber y Cabify a contratar con 15 minutos igual que en Cataluña

La Generalitat valenciana ultima una regulación de los vehículos de alquiler con conductor (VTC) en la que plantea que estos coches tengan que contratarse con una antelación mínima de quince minutos, un periodo de tiempo que los ayuntamientos podrán incrementar.

Se trata de la misma medida que ya se aplica en Cataluña y que ha supuesto dejen de operar en Barcelona Uber y Cabify, compañías que tienen presencia en Valencia.

El Decreto de regulación de VTC que prepara el Gobierno valenciano incluye una novedad respecto a la normativa de otras regiones, que pasa por obligar a que los coches de este tipo de servicios tengan una antigüedad de menos de diez años y que, llegado el momento de su reposición, se cambien por vehículos ecológicos.

Así lo ha anunciado la consellera de Vertebración del Territorio de la Generalitat, María José Salvador, que asegura que esta nueva regulación pretende que los dos modos de transporte puedan «convivir y ofrecer a la ciudadanía el mejor servicio sin conflictos que les perjudiquen».

En un comunicado, el Ejecutivo valenciano informó que las nuevas medidas han sido anunciadas por el secretario autonómico de Vivienda, Lluís Ferrando, y el director general de Transporte y Movilidad, Carlos Domingo, a las asociaciones de taxistas y a la patronal de VTC Unauto.

Competencias a los ayuntamientos

En virtud de la nueva norma, la Generalitat se quedará con la regulación de los servicios de VTC interurbano, mientras que cederá competencias a los ayuntamientos para que a su vez «ordenen e intervengan» en los servicios urbanos en función de su realidad y necesidades territoriales.

«No es lo mismo Benidorm que Valencia; las necesidades de transporte son diferentes en cada ciudad», ejemplificó la consellera.

Así, los consistorios podrán incrementar el tiempo de antelación mínima de quince minutos que la regulación autonómica establecerá para contratar un VTC.

La norma establecerá expresamente estos vehículos no puedan captar clientes por las calles y, para ello, tendrán que estar estacionados en garajes o aparcamientos cuando no den servicio. Además, no se permitirá su geolocalización.

Con estas medidas, el Gobierno valenciano busca marcar «unas reglas del juego que permitan la convivencia entre los dos sectores para que no se perjudique a los usuarios».

«La intención de la Generalitat es que la ciudadanía reciba el mejor servicio posible y la forma de desplazamiento que cada uno elija no se vea afectada por ningún conflicto», subrayó la consellera.

Un VTC por cada 14 taxis

Al cierre del pasado mes de enero, en la Comunidad Valenciana se contabilizaban 323 licencias de VTC, lo que arroja una proporción de uno de estos coches por cada catorce taxis, lejos de la ratio de uno por treinta que la ley estatal fija para dar licencias.

Una vez fijadas las líneas generales del Decreto, la Generalitat redactará el borrador y este será sometido a información para que las asociaciones que han participado en el proceso de presentación de propuestas puedan opinar. Finalmente, cuando se recabe el informe de la abogacía, la norma será aprobada por el pleno del Consell.