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Los tres pueblos españoles que debes visitar antes de que desaparezcan

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

¿Sabías que más de 500 pueblos y aldeas han sido abandonados en España a lo largo del siglo XX? Factores como la guerra y la despoblación rural han dejado estas localidades atrás en el tiempo, convirtiéndolas en verdaderos tesoros para los viajeros en busca de experiencias auténticas.

Para aquellos dispuestos a aventurarse más allá de los destinos turísticos convencionales, estos pueblos olvidados ofrecen una oportunidad única para sumergirse en la historia y la cultura de España de una manera completamente diferente.

Pueblos españoles que están a punto de desaparecer

Cada rincón escondido en España aguarda como un tesoro por descubrir, como afirma Julianna Marshall, experta en Viajes de la International Drivers Association.

Belchite

Belchite, un pueblo marcado por los ecos de un pasado azotado por la guerra, ofrece un potente recordatorio de los horrores vividos durante la Guerra Civil Española. En 1937, fue el escenario de una de las batallas más sangrientas del conflicto, resultando en su completa devastación. En lugar de reconstruirlo, el régimen de Franco optó por dejarlo en ruinas, convirtiéndolo así en un sombrío monumento a la tragedia.

Este lugar, caracterizado por las ruinas de la Iglesia de San Martín y el Convento de San Rafael, es un testimonio conmovedor de la habilidad arquitectónica de períodos anteriores en España. Sin embargo, estas estructuras ahora están marcadas por agujeros de bala y otros daños, que recuerdan el pasado violento que una vez sufrió Belchite.

«Belchite nos presenta una imagen vívida de las consecuencias devastadoras de la guerra. Es un viaje profundo y reflexivo», señala Julianna.

Granadilla

La ciudad amurallada de Granadilla, enmarcada por el embalse de Gabriel y Galán, narra una historia de perseverancia. Aunque originalmente abandonada en 1955 debido a la construcción del embalse, ha sido parcialmente revitalizada gracias a un ambicioso proyecto educativo destinado a restaurar sus históricos edificios.

Entre las características notables de Granadilla se encuentran sus murallas medievales y los restos del antiguo castillo, testigos silenciosos de su pasado. Además, la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, con su belleza inquietante, añade un toque de misterio al paisaje urbano.

Desde lo alto del castillo, se puede disfrutar de una pintoresca vista del río y los campos circundantes, proporcionando una experiencia visual única y evocadora.

Julianna sugiere explorar las solitarias calles empedradas de Granadilla, adentrarse en la antigua iglesia del siglo XVI o ascender hasta el castillo para contemplar las impresionantes vistas panorámicas sobre la presa.

Frigiliana

Enclavado en las laderas meridionales de la Sierra Almijara, el encantador pueblo de Frigiliana emerge como un tesoro perdido en el tiempo. Sus casas blancas, adornadas con flores de lavanda, y sus calles empedradas repletas de pintorescas boutiques, ofrecen una experiencia única que transporta a sus visitantes a otro mundo.

Entre los aspectos más destacados de Frigiliana se encuentran los restos de un antiguo castillo morisco, testigo silencioso de la historia tumultuosa de la región. Sus calles laberínticas conducen a huertos de mandarinas y olivos, sumergiendo a los paseantes en un ambiente de serenidad y belleza natural.

Además, el Festival anual de las Tres Culturas es una celebración única que honra las tradiciones cristianas, judías y moriscas, destacando la riqueza y diversidad cultural de la región.

Julianna aconseja a los visitantes que deseen sumergirse en el auténtico estilo de vida andaluz que lleven zapatos cómodos para recorrer las empinadas calles y una cámara para capturar la singular mezcla de arquitectura española y morisca que define el encanto de Frigiliana.

El problema de la «España vaciada»

Mientras ciudades españolas como Madrid, Barcelona o Valencia experimentan un crecimiento sostenido en población y actividad económica, una parte significativa del territorio nacional se enfrenta a un fenómeno alarmante: la «España vaciada».

La despoblación en la «España vaciada» es un problema multifacético que impacta negativamente en la economía, el desarrollo rural y el bienestar social. Ciudades como Córdoba, Teruel, Soria y Zamora sufren una continua pérdida de habitantes debido a la brecha salarial, la falta de oportunidades laborales y las dificultades para emprender.

Este fenómeno crea un círculo vicioso alimentado por varios factores interconectados que se retroalimentan negativamente. La baja natalidad, el envejecimiento de la población, el aumento de la pobreza y la disminución de las oportunidades de prosperar son solo algunos de los problemas a los que se enfrentan estas comunidades.

El éxodo de jóvenes talentos de las ciudades afectadas por la despoblación agrava aún más la situación. La falta de oportunidades tanto laborales como educativas, junto con la incertidumbre económica y la dificultad para conciliar la vida laboral y familiar, impulsa a los jóvenes a emigrar a las grandes ciudades en busca de un futuro mejor.

Las consecuencias de la despoblación son devastadoras. Se observa un deterioro en la prestación de servicios públicos, como educación y salud, así como una degradación del medio ambiente y una pérdida de identidad cultural y tradiciones locales.