Tecnología

ReFlex, el smartphone con pantalla flexible es una realidad

Algunos aficionados a la tecnología ven las pantallas flexibles como el siguiente hito de la tecnología de dispositivos electrónicos. Sin embargo, si bien es cierto que esta tecnología podría dar lugar a nuevos gadgets vestibles o tabletas con pantalla plegable, todavía está por demostrar que una pantalla de este tipo añada una utilidad tangible frente a un smartphone convencional. Pues bien, científicos del laboratorio de medios humanos de la universidad de Queen en Canadá (de la que han salido ejecutivos como Elon Musk, CEO de Tesla) han creado “ReFlex” un prototipo de smartphone con pantalla que se puede doblar hasta 40 grados. El prototipo es muy ligero y la pantalla flexible va cubierta de plástico en lugar de cristal, lo que la hace mucho más resistente a roturas (aunque probablemente no a los arañazos), y lo más importante no es sólo que se pueda doblar, sino que doblando la pantalla se pueden manejar distintos aspectos del teléfono y las aplicaciones.

Doblando la pantalla, el usuario puede pasar rápidamente las páginas de un libro, mostrar frases destacadas, o ver páginas marcadas; y este modo de interacción podría usarse para programas lúdicos como Angry Birds en los que doblen la pantalla se controla la fuerza del tirachinas que se utiliza para el juego. Si hasta aquí no has visto nada extraordinario no estás sólo, pero uno de los objetivos de estos prototipos es precisamente explorar si un smartphone con pantalla flexible tiene alguna utilidad real, más allá de lo llamativo que resulte.

A pesar de que fabricantes como LG o Samsung están haciendo rápidos progresos en la fabricación de estas pantallas flexibles, los responsables del desarrollo del ReFlex aseguran que está construido con componentes disponibles ya en el mercado, lo que significa que podría convertirse muy rápido en un producto comercial. La pantalla que integra el prototipo está fabricada por LG, tiene tecnología OLED, resolución de 1.280 x 720 píxeles y su precio en el mercado es de unos 100 dólares, unos 25 dólares más que una pantalla normal equivalente.

Por otro lado, aunque la pantalla es flexible, los laterales son semi rígidos, lo que muestra otra de las barreras de estos gadgets flexibles ya que aunque las pantallas flexibles son ya una realidad, hacer flexibles otros componentes como baterías o las placas de circuitos y componentes es un reto muchas veces más complicado de superar.