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Por qué las cámaras de los móviles ya no necesitan tantos megapíxeles

  • Nacho Grosso
  • Cádiz (1973) Redactor y editor especializado en tecnología. Escribiendo profesionalmente desde 2017 para medios de difusión y blogs en español.

Hablemos de cámaras móviles. Durante años, la publicidad de los móviles se centraba en presumir de megapíxeles. Cuanto mayor era el número, mejor parecía ser la cámara. Sin embargo, la realidad es distinta. Los megapíxeles solo indican la cantidad de información que puede capturar el sensor, no la calidad final de la imagen. De hecho, muchas cámaras con 12 mpx hacen fotos mejores que otras con 108 mpx. La clave está en el tamaño de cada píxel y en cómo el sensor gestiona la luz. Un píxel más grande puede captar más información lumínica, lo que se traduce en fotos más claras y detalladas, sobre todo en entornos oscuros.

El papel del procesado de imagen

Otro aspecto fundamental es el software que se encarga de procesar lo que fotografías. Aquí entra en juego la inteligencia artificial, que corrige exposición, reduce el ruido y mejora los colores automáticamente. Este trabajo en segundo plano es lo que permite que las fotos hechas con móviles de gama media lleguen a sorprender.

Fuente: Apple

El iPhone 17, por ejemplo, cuenta con un sensor principal de 48 mpx, pero gracias al procesado logra resultados que superan a móviles con cifras mucho más altas. Lo mismo ocurre con el Google Pixel 10, que con su cámara de también 48 mpx destaca en fotografía nocturna y retratos gracias a su algoritmo.

El tamaño del sensor importa más que la cifra

Cuando hablamos de fotografía móvil, es importante fijarse en el tamaño del sensor. Cuanto más grande sea, mayor será la superficie que recibe luz. Esto repercute directamente en la nitidez y el rango dinámico, es decir, en la capacidad de capturar detalles tanto en zonas oscuras como en las más iluminadas.

Fuente: Apple

Un sensor de gran tamaño con menos megapíxeles suele dar mejores resultados que un sensor pequeño con cifras desorbitadas. Un buen ejemplo es el Xiaomi 15 Ultra, que apuesta por un sensor de 1 pulgada para lograr un nivel de detalle espectacular sin necesidad de superar los 50 mpx.

El binning, un truco para mejorar la luz

Muchos móviles actuales utilizan una técnica llamada “pixel binning”, que combina varios píxeles pequeños en uno más grande para captar más luz. Así, un sensor de 200 mpx como el del Samsung Galaxy S25 puede funcionar realmente como si tuviera 12 o 16 mpx, ofreciendo fotos más luminosas y definidas.

Esto demuestra que los megapíxeles son más un recurso de marketing que un factor determinante en la calidad. Lo que de verdad importa es cómo se aprovecha cada píxel.

La experiencia del usuario manda

Al final, lo que busca el usuario es sacar el móvil del bolsillo y conseguir una foto rápida y bonita, sin tener que pensar en ajustes técnicos. Y eso se logra gracias a la combinación de sensor, software y procesado inteligente.

Por eso, hoy en día no hace falta obsesionarse con las cifras. Un smartphone de 12, 24 o 48 mpx puede ofrecer resultados espectaculares, a la altura de necesidades muy elevadas, siempre que esté bien acompañado por un buen sensor y un software de calidad. Y sobre todo, la mano de quien dispara, pero eso es algo que nunca está a la venta.