Tecnología

Así es el lado oscuro de las fábricas de Apple, Sony o Samsung

Es posible que no hayas oído hablar mucho del cobalto, salvo quizá cuando estudiaste química en tu juventud, pero se trata de un elemento muy escaso que se usa en la fabricación de distintos componentes de aparatos tecnológicos como las baterías de litio y que se extrae en países del tercer mundo como El Congo. Y aunque es un problema que se ha denunciado otras veces, parece que la industria no tiene problema en seguir mirando hacia otro lado, por lo que Amnistía Internacional y Africa Resource Watch han publicado un informe que acusa a las grandes empresas de tecnología como Sony o Apple de “fracasar en realizar las comprobaciones básicas para asegurar que no usan en sus productos cobalto extraído empleando trabajadores infantiles”.

Según publica International Business Times, el informe tiene un título impactante, “Esto es por lo que morimos” y denuncia los abusos en la República Democrática del Congo, donde los compradores locales adquieren cobalto de áreas en las que es muy habitual la explotación infantil para extraer este mineral en condiciones de trabajo peligrosas y sin el equipo básico de seguridad.

El cobalto se usa principalmente en las baterías de litio de los dispositivos y la investigación de Amnistía Internacional revela que los minerales extraídos usando mano de obra infantil son vendidos a la empresa Congo Dongfang Mining que forma parte del gigante chino Zhejiang Huayou Cobalt y que tras procesarlos vende el cobalto a tres fabricantes de baterías en China y Corea del Sur.

Evidentemente, se puede pensar que, dado que Apple no fabrica directamente sus propias baterías y otras empresas del sector tampoco lo hacen, o sencillamente adquieren el cobalto a una empresa legítima, tampoco tienen una responsabilidad directa en el problema. Sin embargo, Amnistía Internacional explica en el informe que, tras dirigirse a 16 multinacionales que compran a los tres principales fabricantes baterías, ninguna de ellas fue capaz de proporcionar detalles que verificasen de forma independiente de dónde viene el cobalto que usan en sus productos.

Apple siempre en el punto de mira

El informe cita a grandes empresas como Apple no sólo por ser uno de los grandes compradores de estos componentes para los millones de dispositivos que vende al año sino porque es una empresa que, al menos de cara al público, se toma muy en serio todos los temas relacionados con responsabilidad social, medioambiental o diversidad. Por supuesto, otras empresas del sector de la electrónica o del automóvil usan también el mismo cobalto, aunque es habitual que las ONG pongan Apple como ejemplo por la repercusión mediática que tiene la compañía. En este sentido, Mark Dummett, uno de los investigadores de Amnistía Internacional ha declarado que “los glamourosos escaparates y las tecnologías de última generación son un duro contraste con los niños llevando bolsas de rocas y mineros estrechos túneles excavados a mano arriesgando para siempre sus pulmones”.

En otras ocasiones, Apple ha estado en el punto de mira por las condiciones de trabajo en las plantas que ensamblan sus productos en China en empresas como Pegatron o Foxconn donde han tenido mucha repercusión los suicidios de trabajadores desbordados por su situación.

Tim Cook, presidente de Apple, en una de sus últimas visitas a las factorías de Foxconn que ensamblan productos como el iPhone.

Apple asegura que ha tomado fuertes medidas para asegurar que sus suministradores cumplen unos mínimos y mejorar las condiciones y salarios de los trabajadores; pero en muchos casos se ha visto como las empresas chinas usan argucias para cumplir las exigencias de Apple sin mejorar sustancialmente las condiciones de su mano de obra.