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El iPhone ya no sorprende, pero sigue marcando tendencia en todo

  • Nacho Grosso
  • Cádiz (1973) Redactor y editor especializado en tecnología. Escribiendo profesionalmente desde 2017 para medios de difusión y blogs en español.

Hubo un tiempo en el que cada keynote de Apple parecía cambiarlo todo. El primer iPhone, la llegada de la pantalla Retina, el diseño sin botón físico o la introducción del Face ID fueron auténticos puntos de inflexión en la historia de la telefonía. Hoy, sin embargo, la presentación de un nuevo iPhone rara vez trae consigo ese golpe de efecto.

La fuerza de la tendencia

Las mejoras suelen llegar en forma de evoluciones más que de revoluciones. Lo hace con cámaras más potentes, pantallas con más brillo, procesadores más rápidos o algún cambio de diseño que afina lo ya conocido. Y aunque para el usuario medio el salto de un año a otro pueda parecer menor, lo cierto es que estas mejoras acaban marcando la dirección que seguirán otros fabricantes.

Es cierto que el iPhone ya no sorprende, pero sigue siendo la referencia. Cada vez que Apple decide mover ficha, el resto de la fabricantes toma nota. La eliminación del cargador en la caja en 2020 o el fin de las tarjetas SIM físicas en los iPhone de Estados Unidos son ejemplos claros de decisiones que han sido criticadas en su momento y que hoy están extendidas en la mayoría de fabricantes.

Más que un teléfono, un símbolo

El iPhone es más que un dispositivo tecnológico, se trata de un icono cultural, un objeto de deseo y un símbolo de estatus. Aunque haya móviles más avanzados en aspectos concretos, el iPhone mantiene un aura que lo coloca en una categoría aparte. Ese valor intangible es parte de la estrategia de Apple, no vende únicamente especificaciones técnicas, sino una experiencia completa que va desde el hardware hasta los servicios, pasando por el diseño y la imagen de marca.

Fuente: Getty

El efecto en el mercado

El impacto del iPhone va más allá de sus ventas multimillonarias. Obliga a la competencia a reaccionar, a mejorar sus propias propuestas y a buscar alternativas que puedan diferenciarse, algo que vemos en todos los fabricantes. Al mismo tiempo, genera tendencias de consumo, los usuarios esperan que sus móviles tengan ciertas funciones porque el iPhone las ha popularizado.

Un futuro marcado por la inteligencia artificial

El siguiente paso en esta historia parece claro: la integración de la inteligencia artificial de manera nativa en los dispositivos. Apple ya ha dado sus primeros pasos con Apple Intelligence, y aunque no haya sido pionera en este campo y de hecho está lejos de lo que hace Samsung, todo apunta a que cuando dé el salto definitivo, volverá a arrastrar a todo el sector.

Es cierto que el iPhone ya no sorprende como antes, lo volveremos a ver el día 9, pero sigue siendo el dispositivo que dicta el ritmo. Y eso, en un mercado saturado de opciones, es probablemente el mayor de sus logros.