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Los que comparten frases “profundas” no son más cultos

Si eres usuario de redes sociales como Facebook, Twitter o LinkedIn, seguro que tienes amigos contactos que a menudo publican frases grandilocuentes, profundas, o que parecen sacadas de un manual de autoayuda o de psicología barata. Ya sabes a que nos referimos, esas frases que pretenden iluminarte con su supuesta sabiduría, mejorar tu autoestima o ayudarte a afrontar con energía los problemas del día a día. Pues bien, resulta que un estudio que publica la «Sociedad para el buen juicio y la toma decisiones» (Society for Judgment and Decision Making) elaborado por una universidad canadiense, concluye que la mayoría de los que publican esas frases, no sólo suelen parecer aburridos y pedantes sino que, encima, las personas que publican este tipo de sentencias tienen habitualmente menores habilidades verbales y son menos reflexivos y más dados a la confusión filosófica.

El estudio, llevado a cabo por la Universidad de Waterloo en Canadá con el título «Sobre la recepción y detección de las tonterías pseudo profundas» (On the reception and detection of pseudo-profound bullshit) revisa las frases pseudo profundas “bullshit”, diseñadas para impresionar, pero que carecen de una conexión con la verdad o de un auténtico significado y el tipo de personas que son más dadas a aceptarlas y usarlas después en redes sociales. Pues bien, según el estudio, las personas con un comportamiento menos reflexivo tienen una mayor tendencia a aceptar este tipo de frases que bajo una apariencia de trascendencia no tienen ningún contenido congruente. Esto significa que, como te seguramente te imaginabas ya, tus contactos aficionados a estas frases tampoco son más cultos ni más profundos, sino posiblemente más irreflexivos y con menor capacidad para distinguir una “chorrada” de verdadera filosofía.

El estudio de la Universidad de Waterloo explica que el número de “sandeces” a las que se enfrentan las personas ha crecido de manera muy significativa con las redes sociales y con disciplinas como el marketing o la política que buscan vender esta pseudo profundidad de ideas. Por ello, el consejo es siempre rechazar este tipo frases y tratar de ser críticos y rigurosos antes de aceptarlas ya que muchas veces carecen de la sabiduría que pretenden aparentar… más o menos como les sucede a los que nos “bombardean” con ellas en redes sociales.