Sucesos
MADRID

La víctima del detenido por contratar asistentas para tener sexo: «Me prometía papeles si tenía un hijo»

La víctima del detenido: "Me decía que podía hacer conmigo lo que quisiese"

El detenido le decía que "me chantajeaba con denunciarme por no tener papeles"

Laura vino a Madrid con 22 años para intentar tener una vida mejor y acabó, a través de internet, atrapada por un hombre ya detenido acusado de contratar asistentas para forzarlas a tener sexo con él.

«Yo conocí a este señor por medio de la plataforma de Milanuncios, el ponía que necesitaba una mujer joven para hacer de asistenta, yo tenía que empujar la silla de ruedas de una persona y ayudar con todas las cosas de la casa».

La primera sorpresa de Laura fue nada más poner un pie en la casa. El hombre tenía las habitaciones de la vivienda alquiladas a otras inmigrantes, todas mujeres y jóvenes, y Laura tenía que dormir con él: «Me dijo que sus condiciones es que una tenía que dormir en su habitación porque no había más sitio, conforme pasó el tiempo empecé a notarle más raro, como que se me quería acercar y yo siempre le decía que no, que no».

«Me amenazaba con echarme»

Sola y sin dinero en Madrid, Laura intentó reconducir la situación, poniendo límites a su jefe a pesar de su juventud. Sin embargo, su jefe no encajaba bien la negativa firme de Laura a tener sexo, como cuando le intentó «tocarle el culo» y ella lo rechazó: «A partir de ahí empezó a gritarme o amenazarme con que me iba a echar si no hacía tal cosa o tal otra y jugaba continuamente con el trabajo».

Cuanto más se negaba la chica a tener sexo con su jefe, más violento se mostraba él: «En un momento me llegó a levantar la mano, llegó y me pegó». Laura prefiere no recordar ante la cámara otros detalles que sí figuran en su denuncia ante la Policía, como los frecuentes insultos que le profería llamándola «puta».

«Me daría ‘papeles’ si teníamos un hijo»

Laura comenzó a buscar otra vivienda como fuera para salir de allí, y mientras su jefe cambió de estrategia: «A cada momento él me ofrecía a acostarme con él , me decía que me daba papeles de España si tenía un hijo con él».

Cuando el jefe de Laura confirmó que esa estrategia no le funcionaba, pasó a las amenazas y al chantaje: «Me tiraba las cosas al piso, me mandaba a tirar la basura a las 12.00 de la noche; si  no hacía lo que él decía, si yo le decía que no, su comportamiento era muy brusco conmigo; me chantajeaba con que yo no tenía papeles y que entonces no podía demandarle, que yo acá estaba sola y no podía pedir justicia, porque no tenía ni plata ni papeles, y él podía hacer conmigo lo que quisiese».

Todo, afortunadamente para Laura, se precipitó hace unas semanas, el día 4 de junio. La joven estaba hablando por teléfono con su hermano que reside en Colombia pidiéndole ayuda cuando el jefe de Laura le tiró una muleta a la cabeza a la joven. El hermano de Laura escuchó lo que pasaba, colgó y llamó a la Policía dándoles la dirección del jefe abusador.

Un patrulla de la Policía Nacional llegó rápidamente a la vivienda situada en el barrio madrileño de Carabanchel. El jefe de Laura fue detenido por sus métodos para conseguir sexo y a ella los policías le ofrecieron ayuda y la animaron a denunciar. Laura lo hizo.

En su denuncia, Laura cuenta más detalles. Su jefe, José, le dijo que si no dormía con él en su habitación le tendría que pagar 500 euros mensuales de alquiler. También, relata Laura, que le llamaba «puta» si se negaba a cambiarse de ropa en su presencia.

Ahora, los agentes especializados de la comisaría de Carabanchel investigan si el hombre detenido por buscar sexo de esta forma cometió los hechos de los que se le acusa y si hubo más víctimas en la misma situación, ya que, además de contratar mujeres como «asistentas internas», el arrestado alquilaba el resto de habitaciones de la casa a otras jóvenes en situación precaria.

El letrado que ejerce la defensa de la víctima, Alberto Martín de «Abogados 3.000», ve un caso claro de explotación laboral y confía en poder demostrar que la joven fue víctima de agresión sexual leve por que sufrió, a su juicio, tocamientos.