Sucesos
JUICIO A DANIEL SANCHO

Rodolfo Sancho advierte a la prensa: «Aquí está prohibido grabar a la gente, no tengamos un problema»

El padre de Daniel Sancho muestra su desagrado con la prensa

Rodolfo Sancho no oculta su malestar con la prensa que cubre el juicio de su hijo Daniel Sancho en Tailandia. En la segunda sesión de la vista oral, el conocido actor español ha vivido un nuevo momento de tensión con los medios. «Por favor no me cerréis el paso, no me empujéis, no me persigáis», ha repetido Rodolfo a los medios que le rodeaban a su llegada al tribunal. Visiblemente molesto y en un tono serio, ha llegado a deslizar una advertencia a los periodistas que cubren el juicio: «Os voy a decir una cosa, en este país está prohibido tomar imágenes en público sin permiso. No tengamos un problema, ¿de acuerdo?».

El legítimo interés de los medios por el actor está provocado por la notoria participación de Rodolfo Sancho en la serie que la plataforma HBO acaba de estrenar sobre el caso en que se ha visto involucrado su hijo Daniel.

Ahí sí, Rodolfo Sancho habla abiertamente sobre el caso, habla de su hijo Daniel Sancho e incluso de la víctima, el cirujano colombiano Edwin Arrieta con el que su hijo mantenía amistad. Precisamente, el interés de la prensa es recabar la opinión de Rodolfo Sancho sobre algunas de sus frases, polémicas, en ese documental.

La serie abre con una larga entrevista con Rodolfo. El actor, que siempre ha atendido a la prensa, aunque brevemente y con algunos roces, no tiene problema en hablar del crimen en el documental, repitiendo los argumentos de la defensa de su hijo e incluyendo las nuevas líneas que van a usar los abogados en el juicio: «Daniel me dijo que este tipo le había amenazado a él en el momento, que le había amenazado de muerte y con hacer daño a su familia, y que se defendió de unas amenazas y un intento de agresión sexual. Y luego, pues nos cuenta todo cómo fue: la pelea, lo posterior a la pelea, el miedo, el pánico, el estado de disociación, todo eso».

«Se trata de una pelea que terminó mal», dice el hijo de Sancho Gracia mientras se dirige a la cámara. Rodolfo cuenta que no sabe si Arrieta le dejaba dinero a Daniel Sancho. «No lo sé a ciencia cierta. Creo que, en un principio, cuando él le ofrece invertir sí… Algo de dinero recibió. Y no sé si tenían una tarjeta conjunta o algo así. A Daniel no le había falta dinero, realmente. Pero siempre un poco más de dinero viene bien si quieres hacer ciertas cosas o si te gusta salir a cenar a sitios que te gustan. Pero, obviamente, esto es un error. Es una trampa», explica Rodolfo.

«A ciertas edades crees que puedes solucionar tú solo tus problemas y no sé. ¿Quién no ha tenido una relación en la que se ha equivocado? ¿Una relación tóxica? Lo que pasa es que esto ha detonado en algo tremendo. Pero todo es un aprendizaje… ¿Por qué te vienen las cosas? ¿Por qué se juntan los astros para que algo ocurra? Nadie es nadie para juzgar qué te viene… Porque en el mundo en que estamos, me vais a perdonar, nadie tiene ni puta idea de qué va esto de la vida», manifiesta.

«Hay dos víctimas»

Finalmente, Rodolfo Sancho resume el caso en un par de frases que concentran toda la polémica de la entrevista: «Me da mucha lástima que la familia Arrieta haya perdido a un ser querido. Pero yo tengo la percepción de que hay dos víctimas, aunque solo hay un fallecido».

No es esa la percepción del tribunal que ha sentado en el banquillo a Daniel acusado de asesinato premeditado, ocultación de cadáver y destrucción de documentos.

En esta segunda sesión del juicio, y siguiendo con el listado de testigos de la acusación,  es el turno de declarar de las personas que tuvieron contacto con Sancho en Phangan, la isla donde tuvo lugar el crimen el pasado 2 de agosto, antes de la muerte de Arrieta.

Entre los testigos citados se encuentra la persona que le vendió a Daniel Sancho el kayak desde el que se deshizo de partes del cuerpo del colombiano en el mar. También está previsto que declaren las dependientas del supermercado y la ferretería en las que Sancho compró cuchillos, productos de limpieza y una sierra el día antes del supuesto asesinato.