Sucesos
ASESINATO EN MOCEJÓN (TOLEDO)

Prisión provisional para el detenido por el asesinato del niño de Mocejón

El juez también ordena que se le interne en un psiquiátrico penitenciario

El juez encarga un informe para determinar si el asesino de Mocejón es inimputable

El juez titular del Juzgado número 3 de Toledo ha enviado a prisión provisional a Juan, el asesino del niño de 11 años de Mocejón (Toledo). Se le imputa de forma provisional como presunto autor de un delito de asesinato. Una vez resuelta la situación procesal, el juzgado ha solicitado a Instituciones Penitenciarias el traslado del investigado al centro, unidad o departamento adecuado a la situación de discapacidad del mismo. Además, se ha levantado el secreto de sumario que se había establecido sobre el procedimiento judicial abierto. Causa que continúa instruyéndose en sede judicial.

Antes de la toma de la declaración, el juez instructor ha solicitado el informe al médico forense que ha concluído que es necesario realizar al detenido un interrogatorio adaptado a su situación de discapacidad, tal y como recoge el artículo 109 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal (LeCrim). Esta adaptación ha consistido en nombrar a una facilitadora que ha asistido al investigado durante toda su declaración ante el juez, con la misión de ayudarle a entender y ser entendido por el juez.

Al margen de este informe forense inicial, el juez instructor también ha
acordado pedir dictamen forense sobre la imputabilidad del investigado, que deberá realizarse, en todo caso, durante la instrucción del procedimiento judicial.

Mateo, de 11 años, no era el objetivo del asesino del niño de Mocejón (Toledo). Fuentes muy próximas a la familia confirman la discapacidad que sufría el homicida y que en una ocasión manifestó que iba a agredir a uno de los amigos de Mateo porque se burlaba de él. «Se ríe de mí y le voy a matar», dijo, pero nadie se lo tuvo en cuenta. Semanas después, el pasado domingo, el presunto asesino intentó matar al chico y acabó asesinando a otro de los presentes. Una teoría que ha confirmado el padre de uno de los menores supervivientes: «Iba a por mi hijo, pero corre como una bala y atrapó al pobre Mateo». Es una de las cuestiones que, tras la detención del homicida, se continúa investigando.

Así fue el crimen

El pasado domingo, siempre según los testigos directos del crimen, el asesino de Mocejón se acercó andando al polideportivo con el arma en la mano. Entró y se fijó en un grupo de adolescentes, pero allí no estaba su objetivo. En unos segundos lo localizó entre el grupo de tres niños, entre ellos Mateo, que estaba jugando al fútbol. Francisco Pérez, primo del padre del presunto homicida, confirma que Juan Pérez se tapó la cara y se dirigió con el cuchillo hacia el grupo de Mateo, todos salieron corriendo en direcciones diferentes, pero Mateo, que se recuperaba de una fractura en la pierna, se cayó al suelo y el asesino le atrapó a él. Alertados por los testigos, los servicios de emergencias no pudieron hacer nada por la vida del pequeño.

Entre tanto, Juan salió por el agujero de la valla del polideportivo que sólo conocía la gente del pueblo y daba al camino en el que su padre tantas veces le sacó a pasear. En su camino pasó por la vivienda de un vecino y una nave dotadas con cámaras de seguridad que, como ya adelantó OKDIARIO, grabaron al asesino de Mocejón. Juan Pérez iba caminando tranquilamente, con la camiseta puesta, en dirección a casa de su abuela donde se dio una ducha y se cambió de ropa, ajeno a que la Guardia Civil había montado la Operación Jaula ante el aviso de varios testigos que habían visto un coche sospechoso en el pueblo.

A la vez, la investigación miraba hacia el interior del pueblo. Los guardias estaban convencidos de que el asesino se encontraba cerca, que era conocedor de la zona a la perfección y se había tapado la cara con la camiseta para que no le reconocieran. Los familiares del presunto asesino confirman que su padre no dio muestra de conocer nada de lo que estuviera pasando, tenía a su hijo en el pueblo durante las vacaciones. El presunto asesino pasaba el resto del año en Madrid con su madre Victoria.

«Mi otro yo mató al niño»

Las imágenes de las cámaras de seguridad terminaron descubriendo al homicida. Juan estaba entre el grupo de jóvenes que los guardias llamaron a declarar y estaban seguros de que se trataba de él. Le soltaron y vigilaron durante unas horas de forma discreta para examinar sus movimientos y al ver que no terminaba de descubrirse por sí mismo, le arrestaron y avisaron a su padre. En la familia nadie pensaba que Juan podría haber cometido un crimen tan horrendo a pesar de su extraño carácter.

Juan, el asesino de Mocejón, confesó parcialmente el crimen ante los guardias civiles con su padre presente. «No he sido yo, mi otro yo mató al niño», dijo, además de otras frases inconexas. Su padre explicó a los guardias que el homicida padece un 77% de discapacidad intelectual. Hasta el momento se desconoce si ha presentado su historial clínico a los investigadores, aunque el Juzgado de Instrucción número 3 de Toledo ya ha levantado el secreto de sumario.