Sucesos
Caso Mainat

Mainat: «Puedo hacer la vida imposible al que abuse de mí o de mi familia»

OKDIARIO accede a mensajes atribuidos al productor que dejan en el aire aspectos fundamentales de su versión de los hechos.

  • Alfonso Egea
  • Jefe de Investigación en OKDIARIO. Anteriormente fui responsable de la sección de Actualidad y Sucesos en Espejo Público, en Atresmedia. He publicado cuatro libros y actualmente colaboro en programas de televisión en Mediaset y en Telemadrid. Agradecido por tener el reconocimiento de la Policía Nacional de Madrid y la medalla al mérito de la Guardia Civil.

La noche del 22 al 23 de junio de este año el productor televisivo Josep María Mainat tuvo una gravísima crisis relacionada con su diabetes que puso su vida en serio peligro. Ese es un hecho irrefutable. Que lo que le sucedió aquella noche fuera un intento de homicidio o no es una cuestión capital que trata de dirimir ahora la Justicia, que siguiendo una investigación de los Mossos, mantiene como investigada por ese presunto delito a Ángela Dobrowolski, esposa de Mainat y madre de dos de sus hijos. OKDIARIO ha tenido acceso a una documentación inédita hasta el momento. Nuevas pruebas en el caso Mainat que arrojan datos que, como poco, matizan de manera muy sorprendente la historia.

A las fuentes consultadas por este periódico les sorprende que una crisis de salud superada con un alta por enfermedad común acabe en una investigación por intento de homicidio. Teniendo en cuenta además que el propio perjudicado declaró en sede judicial que él no puede saber qué intenciones tenía su mujer la noche que él acabó en el hospital y que eso lo determinarán los investigadores. La trabajadora del hogar que estaba aquella noche en la casa declaró que Mainat le dijo que Ángela había intentado matarlo, sin dudas.

Imágenes de Ángela Dobrowolski la noche del suceso.

Sea como fuere los indicios están en el informe de los Mossos que también obra en poder de OKDIARIO y relata evidencias interpretadas como criminales: Ángela aparece grabada varias veces aquella noche entrando y saliendo de la habitación de Mainat mientras el glucómetro con el que el productor se medía el nivel de azúcar iba variando a medida que su mujer entraba en la citada habitación. La mala relación del matrimonio y el deterioro de su convivencia unido a los indicios recabados no hace descabellado pensar en un intento de homicidio, pero tal vez no sea la única explicación posible, por lo que toca fijarse ahora en las nuevas pruebas en el caso Mainat no reveladas y que puede colocar su versión en cuarentena y transformar la percepción general del caso.

La cocina de Josep María Mainat la noche del suceso.

Uno de los principales argumentos de Mainat para defender su versión de los hechos es que la relación con Ángela hacía tiempo que era inexistente, que eran un matrimonio roto y que apenas mantenían relación por los hijos que tenían en común. Pues bien existen una serie de pruebas que le quitan la razón. Fundamentalmente se trata de conversaciones que demuestran muy a las claras que esa relación, muy deteriorada, eso sí, estaba plenamente vigente  solo días antes del presunto intento de homicidio.

Que la mujer de Mainat andaba con extrañas compañías, no muy recomendables, y que había perdido cierto control sobre su vida, como defiende Mainat, puede parecer cierto a tenor de determinados comportamientos que se han hecho públicos en los últimos meses. Que ese matrimonio no existía hacía tiempo como defiende Mainat, es otra cosa bien distinta. En la documentación a la que ha tenido acceso este periódico y que relata las nuevas pruebas del caso Mainat queda sobradamente demostrada la vigencia no solo de esa relación sino también la existencia de una convivencia, sino pacífica, sí al menos estable y regular.

Esto no solo no encaja con la versión de Mainat, sino que desmonta la versión que ofrece el productor acerca de una presunta usurpación por parte de su pareja de su vivienda habitual. Cabe recordar aquí que en este momento Mainat ha logrado que Ángela abandone el domicilio conyugal no solo con el argumento de que intentó acabar con su vida, sino que lo hizo como posible represalia al final unilateral de la convivencia por parte del productor. Pero hay más.

«No me conocéis»

OKDIARIO tiene constatación de una serie de expresiones atribuidas a Josep María Mainat y de las que hay constancia que llaman poderosamente la atención. A saber:  «Puedo hacerle la vida imposible a todo el que pretenda abusar de mi o de mi familia». Esto en concreto Mainat lo dice pocos días antes del presunto intento de homicidio. El contexto es importante porque el productor se siente atacado y engañado por su mujer y las compañías que frecuenta, lo que explica su reacción: «Eso debe ir muy en serio. No soy el abuelo tonto que se lo traga todo (…) No me conocéis (…) Lo que más grave me parece es que hayan entrado en mis casas. Es un fallo de seguridad brutal. Que unos delincuentes sepan donde vive nuestra familia es de una grave inconsciencia… pero lo solucionaré. ¿Lo tenemos claro?».

Lo que queda cristalino es que Mainat tenía motivos más que de sobra para desear alejar a Ángela y a su entorno de su vida, y ojo, sin precisar fechas estas conversaciones están muy cerca en el tiempo del episodio de la insulina. Precisamente existe otra evidencia acerca de eso en concreto.

En la documentación que obra en poder de OKDIARIO también aparecen otros frases llamativas en las que Mainat asegura, siempre según su esposa, «en el caso de la insulina mi declaración también será fundamental».

Pero en esta historia parece que hay más de un Mainat protagonista. La mujer del productor asegura que Pol Mainat, hijo mayor de su marido, también se dirigió a ella en un tono nada amistoso. Ojo a la literalidad: «Esto sí es una amenaza: si la Justicia no actúa sabrás lo que es mi Justicia».

La instrucción sigue adelante y pronto determinará si estamos ante un intento de homicidio o una separación de un matrimonio con millones de euros en juego que a alguien se la ha ido de las manos. Las nuevas pruebas del caso Mainat pueden ayudar a desentrañarlo.