Sucesos
VALENCIA

Fray Ángel sobrevivió al ataque al monasterio de Gilet: «Decía que tenía la misión de matarnos a todos»

Fray Ángel: "Me gritó, vengo con la misión de matar a todos los frailes"

El ataque al monasterio de Gilet (Valencia) fue rápido y brutal, lo cuenta uno de los frailes supervivientes del asalto en que ha muerto asesinado uno de sus compañeros. Sobre las 10:00 horas de la mañana, el asaltante se acercó con sigilo hasta la valla del recinto y tras saltarla entró en el monasterio y empezó a golpear con fuerza a los monjes. Fray Ángel, el cocinero y más corpulento entre los siete frailes, escuchó los gritos y acudió a ver que pásaba: «Cuando salí de la cocina y pasé dentro del convento aquello parecía un atentado terrorista, las paredes estaban salpicadas de sangre y los frailes estaban tirados por el suelo ensangrentados».

Fray Ángel se encontró cara a cara con la muerte. El agresor estaba golpeando con una especie de báculo a uno de los frailes de mayor edad: «Me lo encontré en el patio, estaba dándole una paliza tremenda al superior». Fray Ángel se encaró con el extraño dejándole claro que no iba a huir: «me miró, comenzó a golpearme a mí también y me gritó «vengo con la misión de matar a todos los frailes».

La respuesta de Fray Ángel fue agarrar su teléfono móvil para pedir socorro. En el monasterio no tienen cobertura pero los teléfonos sí tienen botón de llamada a los servicios de emergencias: «Yo eché mano al móvil, le di al botón de SOS y le dije que iba a llamar a la Policía, entonces él me miró y se escabulló enfadado», explica el fraile.

Tras poner en fuga al atacante, Fray Ángel entró corriendo en el monasterio. El atacante había sorprendido a los frailes poco después del desayuno, cuando ya estaban en sus habitaciones: «Cuando salí de la cocina y pasé dentro del convento aquello parecía un atentado terrorista, las paredes estaban salpicadas de sangre y los frailes estaban tirados por el suelo ensangrentados». Ahí encontró a Fray José Antonio agonizando: «Me tumbé junto a él, le cogí la mano y le di la absolución, apenas había vida en él, le abracé con fuerza hasta que llegó la ayuda», ha relatado el religioso al reportero Alberto Catalán del programa Mañaneros de TVE.

Este lunes, el padre Juan Antonio, de 76 años, falleció finalmente en el hospital Clínico de Valencia de un traumatismo craneoencefálico. Los otros tres monjes heridos, de 57, 66 y 95 años de edad, recibieron atención médica en el Hospital de Sagunto por traumatismos y fuertes golpes.

Un delincuente con brotes psicóticos

La descripción que dio el padre Ángel a la Guardia Civil fue determinante. El asesino era un hombre de 1,80 metros de altura y brazos tatuados. No tardaron en detenerle. Es un delincuente con antecedentes policiales que sufre brotes psicóticos desde hace meses durante los que ha protagonizado escenas de tensión y violencia en Sagunto.

Hoy, tras conocerse la muerte del padre Juan Antonio, Fray Ángel sigue manteniendo intacta la fe en el género humano: «No tengo miedo, sigo confiando en la bondad de la gente, hay uno que ha dañado, pero tú no sabes la cantidad de personas que nos han llamado para darnos su cariño y hasta nos han traído la compra».

Hoy, el Juzgado de Instrucción número 6 de Sagunto (Valencia) ha acordado la prisión provisional, comunicada y sin fianza para el atacante de los frailes del monasterio de Gilet. El homicida está investigado en una causa abierta por dos delitos de asesinato, uno de ellos consumado y el otro en grado de tentativa, tres delitos de lesiones y un delito de allanamiento.