Sucesos
Crimen en Cuenca

La doble vida de Paola, la guardia civil que ha matado a sus dos hijas en Cuenca

La doble vida de Paola, la guardia civil que ha matado a sus dos hijas en Cuenca, se estaba convirtiendo en un secreto a voces en el entorno de la agente. Mientras en su trabajo ofrecía una cara competente y profesional, fuera crecía la guerra soterrada que la guardia había iniciado contra su ex marido y la familia paterna, con amenazas y presiones que terminaron desembocando en lo que cada vez parece más un crimen de violencia vicaria, una venganza contra su ex marido por oponerse a que su mujer obtuviera la custodia definitiva y se llevara a sus hijas a cientos de kilómetros de distancia.

En Motilla del Palancar guardaban muy buen recuerdo de ella, su hoja de servicios atestigua que cumplía el servicio de forma correcta aunque no destacaba por su empatía. Lo mismo en el pequeño puesto de Quintanar del Rey donde estaba destinada desde hace cuatro años. Sin embargo, hasta los compañeros de Paola en Quintanar sí habían llegado las advertencias de que mujer ofrecía una cara dentro del cuartel y otra muy diferente hacia su ex marido y su familia paterna. En el cuartel, Paola era una guardia civil más, condecorada por la OTAN por su pasado militar en misiones internacionales. Fuera, la familia paterna habla de amenazas al marido por oponerse a sus intenciones de mudarse a Algeciras, de días incomunicados de las niñas porque la madre no les dejaba hablar con ellos. «Ella le hacía la vida muy difícil a su ex marido, y él tenía miedo de que terminara por arruinarle la vida», manifiestan desde el entorno del padre.

Sólo había pasado un año desde que se separó definitivamente de su pareja, un albañil con raíces familiares en el mismo municipio. Desde entonces, Paola residía con sus dos hijas en el pabellón oficial del cuartel, las viviendas destinadas a los guardias dentro del recinto. En la actualidad la pareja había obtenido el divorcio, ella tenía la custodia, pero la relación entre la pareja se pudría y los encontronazos con su pareja se sucedían porque quería volver a Algeciras con las dos hijas de 9 y 11 años de edad y su marido se oponía.

Paola ya había manifestado la intención de volver a Andalucía pero OKDIARIO ha podido confirmar que la guardia no había pedido el cambio de destino a la espera de alguna vacante. Sin embargo, la relación entre la pareja se había deteriorado hasta el punto de que las niñas trasladaban a la familia paterna la presión que la madre ejercía sobre ellas para acaparar su atención.

La relación se tensaba cada vez más, pero nada hacía presagiar el terrible desenlace de la mañana del jueves. Paola no había dado muestra de ninguna alteración fuera de lo común, no tenía antecedentes de baja psicológica en la Guardia Civil, ni había advertido a ningún conocido de lo que estaba a punto de suceder.

Los hechos se conocieron a primera hora del jueves cuando, pasadas las 7 horas de la mañana, uno de sus compañeras ha constatado que la guardia, destinada en tareas de Seguridad Ciudadana en el acuartelamiento de Quintanar del Rey no se había presentado en su puesto. Al pasar los minutos y no contactar con ella, han acudido a la vivienda que ocupaba la mujer en el acuartelamiento.

Paola se había asegurado de que sus compañeros pudieran acceder fácilmente a la vivienda, dejando la llave en la puerta. Allí, los guardias descubrieron los cadáveres de las dos menores de 9 y 11 años, junto al de la madre de 42 años. Todas fallecidas por disparos con el arma reglamentaria. Las pequeñas habían recibido dos disparos cada una, la madre, también fallecida, todavía sostenía la pistola reglamentaria en la mano. Los servicios de emergencia desplazados al lugar sólo pudieron certificar la muerte de las tres víctimas. Los indicios en la escena del suceso apuntan directamente a que la guardia, presuntamente, disparó sobre sus hijas y se quitó la vida a continuación. La autopsia confirmará o desmentirá si Paola mató a sus hijas la tarde anterior o incluso antes.

El caso ya está bajo secreto de sumario por orden judicial e investiga la Unidad de Policía Judicial de la Comandancia de Cuenca. Falta por conocer, entre otros datos, si hubo algún movimiento judicial sobre la custodia o más bien el traslado de las niñas con su madre a Algeciras previo a la tragedia que apunta directamente a un caso más de violencia vicaria.