Sucesos
DESAPARECIDA EN VALLADOLID

Una casa de verano y otro coche, nuevos objetivos policiales en la desaparición de Traspinedo

  • Alfonso Egea
  • Jefe de Investigación en OKDIARIO. Anteriormente fui responsable de la sección de Actualidad y Sucesos en Espejo Público, en Atresmedia. He publicado cuatro libros y actualmente colaboro en programas de televisión en Mediaset y en Telemadrid. Agradecido por tener el reconocimiento de la Policía Nacional de Madrid y la medalla al mérito de la Guardia Civil.

Si todo lo relevante en la desaparición de Esther López en Traspinedo sucedió en el kilómetro 61 de la carretera A-11 es ahí dónde los investigadores del caso deben poner y ponen gran parte de su atención. Tal y como adelantó OKDIARIO todo lo relevante que ha sucedido en el caso se encuentra en un triángulo con apenas 600 metros de distancia entre sus puntos de interés. En uno de ellos estaba Ramón alias El Manitas, el primer detenido. En otro Carlos, el acompañante de Esther y el conductor del coche que lo dejó cerca de su casa, en el restaurante La Maña. Ahora los investigadores ponen su interés en el tercer lugar de interés: la urbanización El Romeral, donde tiene una casa la familia de Óscar, el hombre que detuvo su coche en una pista de tierra para dejar a una buena amiga sola, de madrugada y a más de una hora a pie de su casa.

La madrugada del 12 de enero Óscar y Esther recorrieron juntos en coche los 600 metros que separan la rotonda de La Maña de la entrada a la urbanización El Romeral. Mucho se ha dicho sobre el lugar en el que desapareció Esther. Que si estaba cerca de la casa de Ramón, el primer detenido, que si se quedó allí por voluntad propia porque discutió con Óscar, el amigo que la estaba llevando en su casa. Pero hay un dato que se impone sobre el resto: El último lugar donde es vista es Esther se conoce porque lo revela el propio Óscar, quien lo recuerda perfectamente porque se trata de la entrada a la urbanización El Romeral, lugar donde él asegura haber pasado la noche que desapareció su amiga.

“No sospechamos de él, pero estamos convencidos de que sabe algo más de lo que sucedió aquella noche”, este es el lacónico lamento de los cercanos a Esther en Traspinedo, a quienes nos les cuadra nada de lo que Óscar ha contado desde que la joven desapareció, para empezar el hecho de que un amigo de la familia dejara a la joven sola de madrugada en la carretera. “Se enfadó y me pidió que parara el coche”, fue lo que Óscar ha respondido cada vez que alguien le ha preguntado por su extraño comportamiento, ya sea otro amigo de Esther ya sea la Guardia Civil, quien como ya adelantó este periódico, detectó ciertas incoherencias en su relato.

Colaborador y devastado

Óscar está colaborando con los investigadores y ya ha entregado tanto su teléfono móvil como su coche, el último conocido al que subió Esther, para que sean analizados. Sobre el vehículo OKDIARIO ha sabido que el departamento de Criminalística de la Guardia Civil ya lo ha procesado y a falta de que lleguen los resultados definitivos de laboratorio se descarta que en ese vehículo se haya producido un hecho violento. Puede haber y seguramente haya restos biológicos de Esther, como por ejemplo, un cabello, pero este sería un hecho absolutamente coherente con lo que se sabe a través de los dos amigos que la vieron por última vez aquella noche: Esther viajó voluntariamente en ese coche. Por cierto, pese a las informaciones sobre que ese coche hubiera sido lavado fuentes del caso confirman a OKDIARIO que se trata de un coche bastante nuevo y de ahí su estado de limpieza, no porque haya sido limpiado a fondo a propósito.

Algo parecido sucede con la casa en la que Óscar asegura haber pasado la noche de la desaparición de Esther. Este hombre, separado y padre de una hija, hace su vida de manera habitual en Valladolid, donde además se gana la vida trabajando en el negocio familiar, un par de agencias de viaje. La casa de las afueras de Traspinedo está en la urbanización El Romeral, justo a cuya entrada dice Óscar que Esther se apeó de su coche. Esa casa tiene un uso familiar limitado a las épocas de verano, pero Óscar la usa de manera recurrente cuando se traslada a Traspinedo para estar con sus amigos, entre los que estaba Esther. Los investigadores saben que en esa casa puede haber también restos de Esther López, pero pasaría como con el coche, que serían compatibles con cualquier visita anterior al día de su desaparición de la chica a la casa de su amigo.

Ambos elementos y el propio Óscar siguen subrayados para los investigadores a falta de que las cámaras de esa carretera y los datos de su teléfono móvil respalden o refuten su versión de los hechos. Mientras eso ocurre el hombre está según quienes lo han visto de cerca “abatido y muy preocupado, como si le hubieran caído 10 años encima de golpe”. Sus redes sociales han sido eliminadas y su interactuación con la familia de su amiga desaparecida y con sus amigos del pueblo se ha reducido a la mínima expresión. Los investigadores saben que de una forma u otra en parte de lo que cuenta Óscar está la clave para desentrañar el enigma de la desaparición de Traspinedo.