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Tormentas, lluvias torrenciales y tienes que coger el coche. Esto es lo que debes hacer para no llevarte un susto

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

La DANA está provocando situaciones dramáticas en muchas carreteras españolas. Tres personas han fallecido y otras tres se encuentran desaparecidas como consecuencia de las lluvias torrenciales que afectan a Toledo y la Comunidad de Madrid. Conducir con condiciones meteorológicas adversas es un desafío, así que es de especial interés conocer lo que debes hacer para no llevarte un susto.

Los consejos de la DGT para conducir con tormentas

«La lluvia es el fenómeno atmosférico más frecuente y el que más problemas causa en la circulación. Cuando llueve, la falta de adherencia del vehículo al asfalto y la visibilidad reducida se convierten en los peligros más notorios. Cuando la carretera está mojada o llueve, o ambas a la vez, todas las precauciones son pocas para mantener el control del vehículo», alerta la DGT.

Precisamente, uno de los principales riesgos es que sobre el asfalto mojado, el agarre de los neumáticos es muchísimo menor y las frenadas se alargan, razón por la cual es tan importante conducir a una velocidad moderada y mantener la distancia de seguridad. A esto hay que sumar que durante las tormenta y las lluvias torrenciales la visibilidad se reduce por las gotas que caen al parabrisas.

Si los limpiarabrisas no dan a basto y las cortinas de agua impiden ver a través de la luna del coche, lo más prudente es retirarse en un lugar seguro hasta que se pueda retomar la marcha, ya que no se puede conducir a ciegas. Si se trata de un lugar donde no está permitido detenerse, como por ejemplo el arcén, es obligatorio activar las luces de emergencia.

Cuando la lluvia arrecia, se pueden crear bolsas de agua que provoquen el conocido como aquaplanning. Para evitarlo, es necesario reducir la velocidad y, si la ruta de viaje pasa cerca de cauces de ríos u otras masas de agua, tratar de cambiarla. En este sentido, es fundamental no circular por charcos cuya profundidad se desconoce y mucho menos por balsas de agua o zonas que están completamente inundadas.

En principio, los rayos no nos pueden alcanzar si estamos dentro del coche, pero aún así conviene tomar una serie de precauciones adicionales para que no nos alcancen. Lo más seguro es apagar la radio y circular con las ventanillas cerradas. Además, es conveniente alejarse de vallados metálicos y no tocar las partes metálicas del vehículo.

Ante una inundación o riada, hay que llamar a emergencias lo antes posible. Si el agua ha llegado a los 30 centímetros, se recomienda no salir y llevar abrochado el cinturón de seguridad.