Santoral

¿Qué santos se celebran hoy, sábado 25 de mayo de 2024?

Entre los santos que hoy se celebran, destaca San Gregorio VII

santos 25 mayo
San Gregorio VII.
Blanca Espada

¿Qué santos se celebran hoy, sábado 25 de mayo de 2024? Entre los santos que la Iglesia católica celebra en este día destaca San Gregorio VII, quien fue papa entre los años 1073 y 1085. De este modo, si te llamas Gabriel es posible que en hoy te feliciten, aunque este nombre se celebra también el 29 de septiembre en conmemoración al Arcángel Gabriel. La raíz del nombre proviene de «Gbr» (גבר), que en hebreo puede significar «Gueber» (varón adulto o guerrero) o «Gaber» (fuerza o vigor). A esto se le añade el sufijo «Ēl» (אל), que en la cultura judía es un título usado para Yahveh y se traduce como «Dios» o «poderoso».

Además de San Gregorio VII, el 25 de mayo celebra también a otros santos como San Aldelmo o San Beda el Venerable, de modo que de ellos conocemos a continuación su historia y también, os enumeramos el resto de santos que se conmemoran en este día.

San Gregorio VII

San Gregorio VII, cuyo nombre original era Hildebrando de Soana, fue un destacado líder eclesiástico nacido en torno al año 1028 en la región toscana. Su vida monástica se inició en Cluny, donde colaboró estrechamente con los Papas san León IX y Alejandro II. Fue proclamado Papa de manera unánime por el pueblo el 22 de abril de 1073, siendo confirmado por los cardenales ocho días después.

Bajo el nombre de Gregorio VII, llevó a cabo valientemente un programa de reformas que incluía la lucha contra la simonía, la intromisión del poder civil en los asuntos eclesiásticos y la restauración de una estricta disciplina sobre el celibato. Su labor reformista le enfrentó a numerosos desafíos, entre ellos un duro choque con el emperador Enrique IV.

A pesar de su lucha incansable por el bienestar de la Iglesia, Gregorio VII enfrentó momentos de profundo desaliento, como lo revelan sus cartas a amigos cercanos. Su enfrentamiento con el emperador lo llevó al destierro voluntario en Salerno, donde pronunció sus famosas palabras: “He amado la justicia y odiado la iniquidad”, antes de fallecer al año siguiente.

Su legado perdura a través de su canonización en 1606 y su incansable defensa de la Iglesia como «madre» que debía permanecer «libre, casta y católica». A pesar de ser recordado principalmente por su enfrentamiento con el emperador, San Gregorio VII fue también un humilde servidor de la Iglesia, trabajando incansablemente por su dignidad y bienestar.

San Aldelmo

San Aldelmo fue un destacado erudito inglés cuya reputación trascendió las fronteras de su país, alcanzando renombre en el continente europeo. Sus escritos, tanto en prosa como en verso, redactados en un latín de notable complejidad, han perdurado a lo largo del tiempo. Nacido alrededor del año 639, San Aldelmo recibió su educación en Malmesbury, bajo la tutela de Maildub, un maestro irlandés. Posteriormente, se trasladó a Canterbury, donde se convirtió en un importante centro de conocimiento, gracias a la influencia del arzobispo san Teodoro y san Adrián.

San Aldelmo atribuyó gran parte de su éxito académico al abad Adrián, a quien reconoció como su mentor. Su contribución a la religión y la educación en Wessex fue significativa, especialmente durante el reinado del rey Ine, a quien asesoró. Como músico destacado, San Aldelmo compuso versos y cantos en inglés con el fin de instruir y edificar a los menos favorecidos, a quienes tenía un gran aprecio.

Además, fundó varios monasterios subsidiarios y construyó iglesias, siendo la dedicada a San Lorenzo en Bradford-on-Avon uno de los monumentos más destacados del arte sajón. Su influencia también se extendió a cuestiones eclesiásticas, como cuando escribió una carta al rey Gerainto de Dummonia, que contribuyó a la aceptación de la costumbre romana por parte de clérigos que hasta entonces seguían la tradición celta en la celebración de la Pascua.

Tras la división del territorio de Wessex en dos diócesis, San Aldelmo asumió el gobierno de la región occidental y estableció su sede episcopal en Sherborne. Su legado literario incluye un tratado sobre la virginidad, dedicado a las religiosas de Barking, así como poemas latinos y un tratado de prosodia. Se ha sugerido que su habilidad para la métrica poética se evidencia en sus adivinanzas, lo que lo relaciona con los crucigramas y juegos de palabras contemporáneos.

San Aldelmo falleció en 709 mientras visitaba la localidad de Doulting, siendo trasladado con gran solemnidad a Malmesbury. Sus escritos y contribuciones perduran hasta la actualidad, siendo recordado y celebrado en las diócesis de Clifton, Plymouth y Southwark. Su legado como erudito, músico y líder eclesiástico lo posiciona como una figura emblemática en la historia cultural y religiosa de Inglaterra.

San Beda el Venerable

San Beda el Venerable, cuyo nombre en lengua sajona significa «oración», fue un destacado erudito y teólogo inglés, conocido como el «padre de la erudición inglesa». Nacido en el año 672 en una modesta familia obrera de Newcastle, recibió su formación en monasterios benedictinos de Wearmouth y Jarrow, donde fue ordenado a los 22 años.

Beda destacó por su dedicación al aprendizaje, la enseñanza y la escritura, considerando estas actividades como las mayores satisfacciones de su vida. Su obra abarcó temas como filosofía, cronología, aritmética, gramática, astronomía y música, siguiendo el ejemplo de san Isidro. Sin embargo, su principal contribución fue en el ámbito teológico, caracterizándose por un estilo sencillo y accesible a todos.

Su legado trascendió su época, ejerciendo influencia en la cultura europea a través de la escuela de York y la escuela carolingia. Entre sus obras más destacadas se encuentra la «Historia eclesiástica gentis Anglorum», que le valió el reconocimiento como «venerabilis et modernis temporibus doctor admirabilis» en el sínodo de Aquisgrana en el año 836.

San Beda se autodenominaba «historicus verax», consciente de haber prestado un servicio a la verdad a través de sus escritos. A pesar de haber sido convocado por el Papa Gregorio II a Roma, Beda optó por permanecer en el monasterio de Jarrow, saliendo solo por breve tiempo para fundar la escuela de York, de la cual surgió el renombrado Alcuino, maestro de la corte carolingia y fundador del primer estudio parisiense.

El 25 de mayo del 735, en la víspera de la Ascensión, San Beda falleció a los 63 años en la abadía de Jarrow. Sus últimas palabras, tras dictar la última página de su Comentario a san Juan, fueron: «ahora sosténme la cabeza y haz que pueda dirigir los ojos hacia el lugar santo donde he rezado, porque siento que me invade una gran dulzura».

Otros santos que se celebran el 25 de mayo

Junto a los mencionados, en este 25 de mayo se celebra a estos otros santos:

  • San Canión de Atela
  • San Dionisio de Milán
  • San Dionisio Ssebuggwawo
  • San Genadio de Astorga
  • San León de Troyes
  • Santa Magdalena Sofía Barat
  • Santa María Magdalena de Pazzi
  • San Pedro Doan Van Van
  • San Zenobio de Florencia
  • Beato Gerardo Mecatti
  • Beato Gerio de Montesanto
  • Beato Jacobo Felipe Bertoni
  • Beato Nicolás Cehelski
  • Santa Emma de Altea

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