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¿Qué santos se celebran hoy, martes 4 de febrero de 2025?

San Andrés Corsini es uno de los santos que hoy se celebran

¿Qué santos se celebran hoy, martes 4 de febrero de 2025? todos los días, el calendario litúrgico de la Iglesia Católica honra la memoria de santos que han destacado por su fe, vida ejemplar o martirio. El 4 de febrero de 2025 no es una excepción y conmemora a figuras de gran relevancia en la historia del cristianismo, personas cuyas vidas dejaron huellas imborrables y que aún inspiran a millones de creyentes en todo el mundo.

Entre los santos celebrados en esta fecha se encuentran hombres de orígenes y contextos muy diversos, desde un obispo nacido en el seno de una familia aristocrática en Florencia hasta un mártir que defendió su fe durante la persecución romana. Cada uno de ellos enfrentó desafíos únicos, mostrando una entrega inquebrantable a Dios y una profunda humanidad en sus acciones. Hoy recordamos a San Andrés Corsini, un carmelita y obispo de Fiesole; a San Fileas, mártir en Egipto durante la persecución de Diocleciano; a San Isidoro de Pelusio, un destacado epistológrafo; y a San José de Leonisa, capuchino que dedicó su vida a la predicación y la beneficencia. A continuación, exploramos sus vidas, logros y legado, además de enumeraros al resto de santos que se celebran en este día.

San Andrés Corsini

San Andrés Corsini, nacido el 30 de noviembre de 1302 en Florencia, provino de la ilustre familia Corsini. En su juventud, fue un joven rebelde y problemático, hasta que un sueño premonitorio de su madre le hizo cambiar radicalmente su vida. Tras ingresar en la Orden de los Carmelitas, dedicó su existencia a la oración, la pobreza y el servicio a los demás.

Durante la peste que asoló Florencia, Andrés se distinguió por su labor incansable, convirtiéndose en superior provincial de su orden. Su elección como obispo de Fiesole, aunque inicialmente rechazada por humildad, marcó el inicio de una etapa de profundas reformas. Mantuvo la disciplina en el clero, promovió la formación espiritual y trabajó por la paz, tanto en la Toscana como en Bolonia, donde incluso fue encarcelado.

San Andrés murió el 6 de febrero de 1373 y fue canonizado en 1629. Su vida es un ejemplo de conversión y servicio a la comunidad, destacando su papel como mediador y pacificador en tiempos de conflicto.

San Fileas

San Fileas, obispo de Thmuis en Egipto, fue martirizado en el año 306 durante la persecución de Diocleciano. Reconocido por su sabiduría y riqueza, utilizó sus recursos para socorrer a los pobres y su posición para defender la fe cristiana. Junto a San Filoromo, enfrentó un juicio lleno de presiones para renunciar a su creencia.

Según el historiador Eusebio de Cesarea, Fileas mantuvo un ánimo sereno durante los crueles tormentos. Se negó a ofrecer sacrificios a los dioses romanos, argumentando que su lealtad a Dios era superior a cualquier obligación terrenal. Finalmente, ambos fueron condenados a muerte y degollados, convirtiéndose en símbolos de valentía y fidelidad cristiana.

El martirio de San Fileas resalta la fortaleza espiritual en tiempos de extrema adversidad y la entrega total a la fe, incluso frente a la muerte.

San Isidoro de Pelusio

San Isidoro de Pelusio, nacido en Alejandría hacia el año 360, es venerado como uno de los grandes Padres del desierto y un influyente epistológrafo. Se retiró al monasterio de Pelusio, donde dedicó su vida al estudio, la oración y la escritura. A lo largo de su vida, redactó más de 2.000 cartas que abordan cuestiones teológicas, pastorales y exegéticas.

Su obra destaca por la defensa del significado literal de las Escrituras, aunque no despreciaba las interpretaciones alegóricas. Fue un firme opositor de herejías como el arrianismo y el maniqueísmo, posicionándose como un defensor de la ortodoxia cristiana.

San Isidoro murió antes del año 451, dejando un legado literario que sigue siendo una referencia en la teología cristiana. Su fiesta nos invita a reflexionar sobre el valor de la sabiduría y la búsqueda de la verdad.

San José de Leonisa

San José de Leonisa, nacido en Umbría en 1556, destacó desde su juventud por su profunda devoción. Ingresó en la Orden de los Capuchinos, donde se caracterizó por su entrega al ayuno y la oración. Fue enviado como superior a Constantinopla, donde ayudó a los cristianos cautivos y defendió su fe ante el Sultán, lo que le valió torturas y destierro.

A su regreso a Italia, se dedicó a predicar, fundar hospitales y promover obras de caridad como los Montes de Piedad. Murió el 4 de febrero de 1612 a causa de un tumor, dejando tras de sí un ejemplo de fortaleza y dedicación al servicio de los más necesitados.

Otros santos que se celebran el martes 4 de febrero

Junto a los mencionados, en este día se celebra también estos otros santos: