¿Qué santos se celebran hoy, jueves 17 de julio de 2025?
San Alejo es uno de los santos que se celebran en este día
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San Alejo es uno de lo santos que hoy se celebran, pero no es el único. El santoral de la Iglesia Católica conmemora en este día a otros muchos santos cuyo legado, aunque a veces rodeado de elementos legendarios, nos invita a reflexionar sobre temas tan universales como la fe o la búsqueda de justicia.
Hoy, jueves 17 de julio de 2025, nos detenemos en nombres como el mencionado, pero también en otros como San Colmano de Stockerau y San León IV, papa. Cada uno de estos hombres dejó una huella profunda en la cultura espiritual de su época. Desde el joven noble romano que renunció a todo por vivir como mendigo, hasta el monje irlandés que fue injustamente ejecutado en tierras extranjeras y terminó venerado como mártir, pasando por un papa que transformó la historia urbanística y defensiva de Roma. Todos ellos alcanzaron la santidad tras su vida y de ellos, os contamos sus vidas al detalle, además de enumeraros al resto de santos que se celebran en este día.
San Alejo de Roma
La figura de San Alejo, también conocido como Álex de Roma, encierra una de las historias más desconcertantes y conmovedoras del santoral cristiano. Hijo de una familia noble romana, prometido a una mujer virtuosa, Alejo decidió la noche misma de su boda romper con todo lo que el mundo le ofrecía: privilegios, riqueza, estatus. Convenció a su prometida de consagrar su vida a Dios y partió en secreto hacia Oriente, iniciando un viaje físico y espiritual que lo llevaría hasta Edesa (en la actual Turquía), donde vivió durante años pidiendo limosna. Se dice que allí tuvo una visión de la Virgen María.
Pero lo más asombroso de su historia no ocurrió en tierras lejanas, sino al regresar a Roma, 17 años después. Su aspecto había cambiado tanto que su propia familia no lo reconoció. Fue acogido como un mendigo más, y pasó otros 17 años viviendo bajo la escalera de su propia casa, en silencio, dedicado a la oración y a enseñar el catecismo a los niños. Solo reveló su identidad poco antes de morir, dejando una carta en la que explicaba su historia. El relato cuenta que fue su padre quien, tras abrir la mano del cuerpo sin vida de Alejo, descubrió el manuscrito y quedó conmocionado al saber que aquel mendigo silencioso era su hijo.
San Colmano de Stockerau
Desde la lejana Irlanda (o Escocia, según algunas fuentes), San Colmano emprendió un peregrinaje con destino a Jerusalén. No imaginaba que su viaje se vería truncado trágicamente en Stockerau, un pequeño pueblo cercano a Viena. Era el año 1012 y la tensión política y cultural entre regiones era palpable. Por el simple hecho de ser extranjero y no hablar alemán, fue acusado de espía y ejecutado sin posibilidad de defenderse. Lo ahorcaron en un árbol seco, junto a unos ladrones, sin saber que ese acto injusto marcaría el inicio de su veneración.
Lo más sorprendente vino después. Su cuerpo permaneció incorrupto durante 18 meses, balanceándose en la horca sin que ningún animal lo tocara. El árbol seco que había sido su patíbulo, según la tradición, floreció milagrosamente, y una de sus ramas se conserva aún hoy en el altar mayor de la iglesia franciscana de Stockerau. Otra versión afirma que el árbol completo fue trasladado al castillo de Kreuzenstein, cerca de Viena. Sea como fuere, la impresión causada por aquel suceso generó un fervoroso culto popular.
En 1015, sus reliquias fueron trasladadas a Melk, impulsadas por el obispo Megingar y el margrave Enrique I de Austria. Su imagen se extendió por Austria, Hungría, Baviera y otras regiones, sin haber sido oficialmente canonizado.
San León IV
En un momento convulso para Roma, San León IV asumió el papado tras el saqueo de la ciudad por parte de los sarracenos en el año 846. La amenaza era real, tangible: los invasores habían entrado hasta la misma colina Vaticana, saqueando los tesoros de la primera Basílica de San Pedro y profanando la tumba del apóstol. León IV, lejos de amilanarse, inició una de las reformas urbanas más decisivas de su tiempo: ordenó levantar un recinto fortificado alrededor de la colina Vaticana, dando origen a lo que hoy conocemos como la Ciudad Leonina.
Pero su liderazgo no se limitó al ámbito arquitectónico. Supo forjar alianzas estratégicas con las ciudades bizantinas de Nápoles, Gaeta y Amalfi para crear una flota unificada que, en el año 849, logró derrotar a los sarracenos en la batalla naval frente a Ostia. Este episodio fue tan relevante que siglos después Rafael lo plasmó en uno de sus frescos en el Palacio Vaticano. Otro de sus milagros atribuidos es el de haber sofocado un incendio en uno de los barrios de Roma solo con su bendición, escena inmortalizada en la obra pictórica Incendio del burgo.
Durante su pontificado también convocó varios sínodos, aunque de menor trascendencia, y promovió importantes reformas en la administración de la Iglesia. Fue el primer papa en fechar oficialmente los documentos papales y reforzó el derecho de los venecianos a elegir libremente a su Dogo. León IV falleció el 17 de julio del año 855 y fue enterrado en la Basílica de San Pedro. Su legado sigue vivo tanto en los muros de Roma como en la historia de la defensa de la cristiandad frente a las invasiones.
Otros santos que se celebran el 17 de julio
Además de los mencionados, en este día se celebra también a estos otros santos:
- Santa Eduvigis de Polonia.
- San Ennodio.
- San Fredegando.
- San Jacinto de Amastris.
- San Kenelmo.
- Santa Marcelina de Milán.
- San Pedro Liu Ziyu.
- San Teodosio de Auxerre.
- Santas Justa y Rufina.[4]
- Beato Pablo Gojdich.
- Santa Teresa de San Agustín Lindoine y compañeras.