Sociedad

Una periodista pone un GPS a varios productos donados a Turquía y acaban en un mercadillo en México

La periodista Mexicana Pamela Cerdeira ha destapado un escándalo de corrupción relacionado con productos que se exportaban desde México para ayudar a las víctimas del terremoto de Turquía. Cerdeira colocó localizadores GPS en varios productos que luego entregó al Gobierno Mexicano para que fueran entregados al país de asia occidental. Lo que ocurrió después sorprendió a la propia periodista que vio que ningún producto había salido de México y que se estaban vendiendo en mercadillos de la capital.

Cerdeira explica en un video, que se ha hecho viral en redes sociales, que el Gobierno de la Ciudad de México no solamente no envió los objetos donados a Turquía sino que mintió en la respuesta a la solicitud de información. «Uno de estos objetos terminó siendo vendido en la vía pública» dijo. «Y cuando ustedes donan ¿A donde creen que van los productos?», ha preguntado la periodista.

El video comienza con la mexicana entrando en un mercadillo de Ciudad de México mientras mira su móvil buscando los productos marcados. En un momento dado la periodista grita, «¡Está aquí!», señalando a uno de los puestos del mercado. Cerdeira había colocado el localizador en un paquete de papel higiénico el cual monitorizaba a través de su teléfono móvil. Una vez encontrado el producto el vendedor explica que se lo habían vendido «unos chavos que se dedican a…» y acto seguido dice que se lo vendieron en la Merced, un gran mercado en el centro histórico de la capital.

Según informó la Autoridad de Gestión de Desastres y Emergencias de Turquía (AFAD), el seísmo, que duró unos 30 segundos, tuvo lugar a las 4:17 horas locales, dos horas menos en la Península Ibérica (2:17), en la provincia de Kahramanmaras, y lo siguieron decenas de réplicas (no menos de 78) de más de 6 grados, incluida una de magnitud 7,6 en la escala abierta de Richter. Sus efectos fueron sentidos en varias ciudades de gran tamaño cercanas, especialmente en Gaziantep, Diyarbakir o Sanliurfa, muy cerca de la frontera con Siria.

El Servicio Geológico de Estados Unidos destacó la virulencia del seísmo y señaló que también se sentió en países cercanos como Israel, Jordania o la propia Siria. Según este mismo organismo, el terremoto tuvo la misma fuerza que otro sucedido en el mismo lugar en 1939 y que causó 30.000 fallecidos.