Sociedad

El número de corredores populares se ha duplicado en los últimos cinco años

El número de personas que practican running y de participantes en carreras populares se ha duplicado en los últimos cinco años, lo que ha fomentado la profesionalización de este tipo de carreras y la creación de empresas emergentes relacionadas con este sector.

Esta es una de las conclusiones reflejadas por los expertos que han participado esta semana en la IV Jornada del Deporte organizada por el Barcelona School of Management de la Universidad Pompeu Fabra (UPF) y el clúster catalán de la industria del deporte Indescat, que este año ha abordado el fenómeno del running.

Los expertos también han concluido que el gasto anual en material deportivo entre las personas que practican running se sitúa en 186 euros y que un 55 % de los corredores afirma que utiliza dispositivos electrónicos para la práctica de este deporte.

Los asistentes a las jornadas han abordado interrogantes como si el running puede ser una forma de vida, las razones por las que se ha incrementado exponencialmente la práctica de este ejercicio, si la crisis ha influido en esta práctica o el papel que juega la industria.

El director del Máster en Gestión y Dirección del Deporte de la UPF Barcelona School of Management, Carlos Murillo, resaltó en las jornadas el gran aumento de personas que practican el running y que, cada vez más profesionalizados y equipados, se apuntan a las carreras.

El director del documental ‘Running, la gran obsesión’, Adriano Morán, destacó la importancia de educar e informar a la sociedad sobre la práctica del running y señaló que «el 3 % de los corredores son adictos a esta práctica, del mismo modo que los que son adictos al tabaco».

Para Morán, «el problema es cuando la gente corre por encima de sus posibilidades y no ve las consecuencias que ello conlleva».

La portavoz de la publicación especializada en práctica deportiva ‘Sports Medicine’, Mariona Violán, subrayó la importancia de hacer running con una buena prevención médica y advirtió que «la muerte súbita en la práctica deportiva se ha incrementado en las edades más jóvenes, situando la media en los 35 años».