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El mejor truco para detectar los radares ‘invisibles’ de la DGT

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Una de las infracciones más comunes en las carreteras españolas es el exceso de velocidad. La Dirección General de Tráfico (DGT) se ha puesto seria y ha empezado a instalar en diferentes punto del país los bautizados como radares ‘invisibles’ por lo difícil que resulta detectarlos.

¿Cómo son los radares ‘invisibles’ de la DGT?

Estos radares suelen estar situados en aquellas zonas en las que muchos conductores circulan por encima de la velocidad máxima permitida. Están dotados con tecnología de vanguardia, así que son capaces de detectar una infracción de velocidad tres veces por segundo a una distancia de 1.500 metros. El margen de error es muy bajo, de apenas 2 kilómetros por hora.

El por qué resulta tan difícil detectarlos se debe a su pequeño tamaño. Son móviles y funcionan sin cables, así que pueden estar escondidos detrás de un arbusto y ser operados de forma remota por un helicóptero o un dron. También se pueden colocar en un trípode o en un coche patrulla.

Cuentan con una batería que dura ocho horas y envía las imágenes en tiempo real a los servidores de la Policía Nacional para identificar al vehículo infractor. También son capaces de distinguir entre los vehículos ligeros y pesados y calcular la distancia de seguridad. Funcionan tanto de día como de noche.

Los usuarios de SocialDrive han creado un mapa para Google Maps en el que aparece la ubicación de estos radares. Sin embargo, teniendo en cuenta son móviles, su ubicación puede cambiar.

Circular con exceso de velocidad

«La velocidad excesiva o inadecuada ejerce una influencia muy negativa sobre tus capacidades para conducir y te expone con mucha facilidad a situaciones de alto riesgo. La probabilidad de morir o sufrir lesiones graves permanentes es mucho mayor en un accidente con velocidad excesiva que en otro con una velocidad más moderada. Esto sucede independientemente de si la causa última del accidente ha sido o no el exceso de velocidad», advierte la DGT.

Uno de los principales riesgos de circular por encima de la velocidad máxima permitida es que aumenta la distancia de detención. A esto hay que sumar que afecta al proceso de percepción visual del conductor, provocando el llamado efecto túnel que impide apreciar cualquier peligro en los laterales de la vía.

Finalmente, conducir durante mucho tiempo a gran velocidad aumenta la aparición de la fatiga, así como las probabilidades de sufrir una distracción y de desarrollar comportamientos agresivos.