Sociedad

Hallan muerta en una zona de difícil acceso a la joven desaparecida el domingo en Rivas (Madrid)

La Guardia Civil ha hallado muerta este jueves a Mayte Cantarero, la joven desaparecida el domingo en Rivas-Vaciamadrid en una zona de cortados muy cercana a la laguna del Campillo de la localidad, ha informado este mediodía una portavoz de la Comandancia de Madrid.

Sobre las 11 horas, el Equipo de Rescate e Intervención de Montaña de la Guardia Civil, que se incorporó ayer por la tarde en la búsqueda, estaba sobrevolando la zona con un helicóptero cuando han observado un elemento en la parque de los cortados, muy cerca de la laguna del campillo.

Entonces, se ha paralizado la búsqueda a pie y se ha accedido a este punto, donde han localizado el cuerpo sin vida de una persona que coincide con las características de Mayte, que tiene el pelo rubio, mide 1,76 metros aproximadamente y tiene los ojos azules. Ahora, el equipo de Policía Judicial se encargará del levantamiento del cadáver tras la autorización judicial. Luego le realizará la autopsia y continuará la investigación sobre las causas de la muerta.

«Se trata de una zona muy abrupta, cortados verticales, zonas con gran verticalizada. Hay mucha maleza y sin calzado adecuado es peligroso. Es una zona muy difícil con masa arbórea que dificulta la visión. Hay cuevas, pozos y ayer se batió la zona. Posiblemente está a varios kilómetros de la zona en la que vieron a la joven por última vez los testigos», ha dicho la portavoz de la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid, Mercedes Martín.

Los agentes, junto a efectivos de Protección Civil y Policía Local de Rivas-Vaciamadrid llevaban varios días buscándola en el Parque del Sureste de Rivas. La búsqueda de esta joven de origen cordobés de 27 años se basaba en los testimonios de las últimas personas que la vieron en la zona de los Campamentos.

En declaraciones a Europa Press, la hermana de Mayte explicó que salió sin avisar de la casa de la urbanización en la que viven a las 17 horas del domingo y desde entonces no saben nada. «Solo se llevó el móvil, unos auriculares y el tabaco. Nunca se había fugado ni tenía motivos para ello. Además, siempre que iba a algún sitio le decía a su madre dónde no va a salir y siempre nos avisaba», señaló.

La familia interpuso al día siguiente una denuncia en el cuartel de la Guardia Civil, que lleva la investigación de la desaparición y ha establecido un dispositivo de búsqueda. El teléfono de la joven perdida dio tono hasta la 1 de la madrugada del lunes, que ya respondía como apagado o fuera de cobertura.