La Yerka, una bicicleta que no se puede robar
Unos jóvenes ingenieros chilenos crearon la Yerka, una bicicleta que no se puede robar. Ella misma realiza las funciones de candado y cuando alguien desea sustraerla, lo único que conseguirá será dejarla inservible. Estos chicos, cansados de que les robasen las bicicletas, decidieron buscar una solución que promete hacerse un hueco en el mercado. Cada año en todo el mundo se sustraen unas 15 millones de bicicletas.
Sólo la robarán con una sierra
La bicicleta Yerka cuenta con un marco de acero y un tubo inferior de aluminio que se puede dividir en dos para conseguir con el tubo del asiento formar una especie de candado alrededor de una farola, árbol o aparcamiento de bicicletas. El que esté interesado en robarla tendría que cortar con una sierra y dejaría por lo tanto la bicicleta inservible.
Los creadores de este trabajo son tres ingenieros entre los 22 y 24 años, que han dejado aparcados sus estudios de ingeniería para dedicarse en exclusiva a la fabricación de estas bicicletas. Ya han conseguido vender unas cuantas, incluso en el extranjero, lo que les invita a pensar en el futuro tan ilusionante que tiene por delante. Gracias a apoyos externos consiguieron incrementar la producción, sobre todo por la aportación de un empresario chileno que les facilitó 100.000 dólares.
Pero apuestan por la seguridad completa de las bicicletas, ya que además contarán con unos seguros especiales para que no puedan sustraer ni las ruedas.
Mitad de ventas en EEUU
Durante la campaña de ventas que emprendieron en su momento consiguieron comercializar 197 bicicletas, de las que la mitad fueron adquiridas por clientes de Estados Unidos. Una tercera parte de lo fabricado fue a parar a Europa, mientras que el resto se repartió entre Nueva Zelanda, Australia y Hong Kong, sin olvidarnos de Chile, que acaparó el 15% de las ventas.
Pero además de resultar seguras, también han conseguido hacerse un hueco entre los seguidores de las bicicletas por sus diseños, su escaso peso y los colores tan vivos que tienen. Uno de los creadores de la Yerka asegura que los clientes europeos y americanos están dispuestos a pagar algo más de dinero si con ello consiguen hacerse con una buena bicicleta.
Las primeras 100 bicicletas se vendieron a un precio de 400 dólares, mientras que a continuación subirían el precio hasta los 500 dólares. Tienen previsto ir incrementando el precio hasta los 600 o más dólares a medida que aumente la demanda y en función del sitio desde el que se compre. Ahora estos emprendedores chilenos continúan en la búsqueda de inversionistas que sean capaces de respaldar su proyecto y de esta manera poder incrementar la producción y distribución. Durante los próximos cuatro años se plantean vender una media de 300 bicicletas al mes para todo el planeta, aunque se centrarán en contentar a los clientes, ya que saben que de esa manera se les pueden abrir nuevas puertas al conseguir nuevos compradores gracias al boca a boca.
Gracias a este modelo de bicicleta podrás olvidarte por completo de los incómodos candados, pero también de que no te roben la bici.
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