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El vértigo paroxístico benigno

Relacionado con situaciones de miedo, angustia y pérdida del equilibrio, sobre todo en niños y adolescentes, está el vértigo paroxístico benigno. ¿En qué consiste?

  • Francisco María
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¿Repentinamente el pequeño pierde el equilibrio y se cae en un episodio de miedo, angustia y llanto? ¡Cuidado! Puede tratarse del vértigo paroxístico benigno, un problema que afecta hasta al 15% de los niños entre uno y cuatro años de edad. No se puede prevenir ni existen desencadenantes claros. Tampoco requieren tratamiento, ya que desaparecen espontáneamente tres o cuatro años después de sus primeras manifestaciones. A continuación, todo lo que necesitas saber sobre vértigo paroxístico benigno.

¿Qué es el VPB?

Para comenzar, es importante saber que el VPB no es una enfermedad en sí mismo. Sí, en cambio, puede ser un síntoma de otras enfermedades. No debe confundirse con el vértigo postural benigno, que es el tipo más común de vértigo y que se presenta ante ciertos movimientos de la cabeza. El nombre correcto de este trastorno es VPPB o vértigo postural paroxístico benigno.

Se trata de un trastorno que se caracteriza por breves crisis recurrentes de vértigo, que aparecen sin previo aviso y desaparecen en forma espontánea, de algunos minutos a unas horas de duración, en niños sanos. Se encuentra dentro de los trastornos paroxísticos, es decir, de causas no epilépticas; los adultos también pueden padecer VPB, aunque en estos casos hay diferencias.

Síntomas y diagnóstico

El vértigo se debe diferenciar también de otras sensaciones como mareo e inestabilidad. Se define como una sensación irreal de movimiento que hace que las personas perciban que todo a su alrededor se mueve o gira.

Para diagnosticar el VPB el médico deberá evaluar en qué momento y contexto se produjo, si hubo alteración de la conciencia, motricidad y control de esfínteres y si aparecen síntomas asociados. Estos pueden ser: vómitos, palidez, temor, problemas en la vista y falta de control de los músculos. También se deberá estudiar la vista y oído, así como qué alimentos o medicamentos se tomó o si hubo problemas en la familia o la escuela. En adultos los episodios son más breves, menos asociados a migrañas y menos relacionados con actividad física previa que en los niños.

Vértigo paroxístico benigno y migraña

Muchas veces se relaciona el VPB con la migraña. De hecho se lo considera el equivalente de la migraña en los niños. Además, muchas personas que padecieron VPB en su infancia, tienen migraña años más adelante.

En realidad, el VPB está considerado dentro de las cefaleas. Esto sucede porque más del 5% de los niños en edad escolar sufren migraña o vértigo de severidad moderada y más del 50% de los que padecen VPB tiene cefalea.

Nuestras recomendaciones

Es importante descartar cualquier otro problema relacionado con vértigo paroxístico benigno. ¡Consulta con el pediatra!