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El uso excesivo de antibióticos en animales que comemos puede desencadenar una pandemia

La región de Asia, y en particular el sudeste asiático, es identificada como un área crítica

  • Diego Buenosvinos
  • Especialista en periodismo de Salud en OKDIARIO; responsable de Comunicación y Prensa en el Colegio de Enfermería de León. Antes, redactor jefe en la Crónica el Mundo de León y colaborador en Onda Cero. Distinguido con la medalla de oro de la Diputación de León por la información y dedicación a la provincia y autor de libros como 'El arte de cuidar'.

Científicos de la Universidad RMIT en Australia han lanzado una advertencia sobre el consumo de animales, señalando que podría ser un factor clave en la aparición de una pandemia causada por la resistencia a los antibióticos, lo que podría desencadenar la propagación de bacterias extremadamente peligrosas. Este análisis ha sido publicado en el International Journal of Food Science and Technology.

El profesor Rajaraman Eri, experto en biociencias y tecnología alimentaria en RMIT y veterinario, ha expresado su preocupación al respecto: «Nos encontramos al borde de una gran pandemia provocada por la resistencia a los antimicrobianos. Podríamos llegar a un punto en el que los antibióticos ya no sean efectivos para tratar infecciones», advirtió.

La región de Asia, y en particular el sudeste asiático, es identificada como un área crítica donde la resistencia a los antimicrobianos en animales es especialmente problemática, según los investigadores.

De acuerdo con datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, la región alberga una enorme cantidad de animales, incluyendo más de 2.900 millones de pollos, 258 millones de patos, 7 millones de vacas, 15,4 millones de búfalos, 77,5 millones de cerdos, 13,7 millones de ovejas y 30,6 millones de cabras.

La ganadería, especialmente entre los pequeños productores, es vital para la economía local, ya que genera empleo, ingresos adicionales y contribuye a la seguridad alimentaria y nutricional, según señala Sundram, quien participó en la investigación mientras trabajaba en la Universidad de Chiang Mai en Tailandia.

El estudio resalta los desafíos que enfrenta el sudeste asiático en relación con la resistencia a los antimicrobianos y la presencia de residuos en animales, subrayando la importancia de entender y diferenciar ambos fenómenos.

La resistencia a los antimicrobianos ocurre cuando los microorganismos se vuelven inmunes a los medicamentos diseñados para eliminarlos.

Así, el uso excesivo o incorrecto de antimicrobianos, especialmente para estimular el crecimiento en animales saludables, ha incrementado la resistencia. Dado que las bacterias resistentes pueden transferirse a humanos a través de la cadena alimentaria o el contacto directo, es crucial abordar este problema tanto en la salud humana como animal.

Los residuos en animales destinados al consumo humano incluyen restos de medicamentos, pesticidas y otras sustancias químicas que persisten después de su aplicación.

El estudio sugiere que el uso inapropiado y excesivo de medicamentos veterinarios, como antimicrobianos y promotores del crecimiento, es una fuente común de estos residuos.

Los investigadores proponen seis recomendaciones dirigidas a los responsables de políticas en los países de la ASEAN para combatir la resistencia a los antimicrobianos y la presencia de residuos en animales destinados al consumo humano.

Entre las sugerencias destacan: la importancia de distinguir entre resistencia y residuos para implementar las intervenciones correctas, la colaboración regional para crear estrategias específicas, y la realización de campañas de concientización, además de fortalecer la vigilancia y regulación del uso de antimicrobianos. También enfatizan la necesidad de fomentar la cooperación internacional, mejorar los sistemas de salud pública, y promover la investigación en alternativas antimicrobianas y prácticas agrícolas sostenibles.