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Tripledemia: las sociedades médicas y científicas son unánimes en sus recomendaciones

"Ninguno de los virus circulantes es más contagioso ni más peligroso; pero como ciudadanos, en nuestro entorno, sí podemos atenuar sus efectos, con mascarillas", afirma el presidente de la Sociedad Española de Inmunología

Los expertos recomiendan que el uso de mascarillas puede ser conveniente, de forma voluntaria, en determinados lugares muy concurridos

La Organización Médica Colegial (OMC) recomienda el uso de mascarillas en centros de salud y hospitales ante el aumento de los contagios de virus respiratorios. También destaca la importancia de hacer buen uso de los centros sanitarios, evitando acudir por procesos banales. Desde la corporación se muestra el apoyo a las medias temporales adoptadas por algunas comunidades autónomas que están implantando el uso obligatorio de mascarillas en centros sanitarios y hospitales. Asimismo, el uso de mascarillas puede ser conveniente, de forma voluntaria, en determinados lugares muy concurridos, aseguran. Las indicaciones son prácticamente las mismas de una sociedad médica a otra. No obstante, en el Consejo Interterritorial del lunes, el Ministerio de Sanidad y los representantes de las comunidades autónomas no han conseguido emitir recomendaciones consensuadas para la ciudadanía.

Según la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES), las infecciones respiratorias agudas (IRA), como la gripe A y COVID-19, han provocado un 35% más de afluencia en los servicios de urgencia con respeto a la misma época el año pasado. Para los expertos de SEMES, «la prevención es la mejor medida frente a la gripe», recomiendan lavarse las manos, evitar contacto muy cercano y utilizar pañuelos desechables. El virus de la gripe se transmite de persona a persona, principalmente por el aire, a través de las gotitas de saliva y secreciones nasales que se expulsan al toser, al hablar o al estornudar. Estas pueden quedar en las manos, en las superficies o dispersas en el aire, por lo que el contagio puede darse por tocarse los ojos, la nariz o la boca después de estar en contacto con las gotitas de una persona con gripe.

Marcos López Hoyos, presidente de la Sociedad Española de Inmunología (SEI), aclara que, de acuerdo con los datos epidemiológicos, la situación actual es similar a la del año pasado, producto de los contactos navideños, sin que se aprecie un empeoramiento respecto a la campaña pasada ni al periodo anterior a la pandemia, con el matiz de que a las infecciones habituales se ha añadido la covid. «Ninguno de los virus circulantes es más contagioso ni más peligroso; pero como ciudadanos, en nuestro entorno, sí podemos atenuar sus efectos, con mascarillas», indica.

En las situaciones en las que estamos infectados usamos la mascarilla para evitar contagiar a nuestro entorno, añade.

Para este experto, con el final de las reuniones sociales es de esperar que la situación vaya remitiendo.

Los expertos recomiendan:

1. Lavarse las manos con frecuencia: antes de comer, de manipular alimentos, después de salir del baño y tras sonarse la nariz o toser.

2. Taparse la boca y la nariz al estornudar o toser: si puedes con el brazo o con un pañuelo de papel en lugar de con la mano.

3. Utilizar pañuelos desechables: tíralos tras cada uso, no los guardes usados ni los dejes encima de mesas o mesillas.

4. Evitar los besos y contacto muy cercano, así como compartir vasos, cubiertos, toallas y otros objetos que hayan podido estar en contacto con saliva o secreciones.

5. Si en tu casa hay alguien con gripe, limpia más frecuentemente las superficies comunes (pomos de puertas, lavamanos, tiradores) con los productos de limpieza habituales y ventila más a menudo las habitaciones abriendo las ventanas.

6. Llevar una vida sana: dormir bien, una alimentación saludable, beber agua, vida físicamente activa, evitar las bebidas alcohólicas y el tabaco.

7. El uso de mascarilla, se recomienda en los siguientes casos:

Personas enfermas o que han comenzado con síntomas compatibles con gripe cuando se encuentren en presencia de otras personas, máxime en zonas poco ventiladas.

En centros sanitarios como centros de salud y hospitales. Importante su utilización en salas de espera para evitar contagio a personas vulnerables.

Cuidadores sanos de una persona con gripe A (H1N1) o con síntomas compatibles con la misma cuando estén en presencia del enfermo.

En locales cerrados y tratar de tener la máxima ventilación posible.

8. Vacúnate: la vacuna de la gripe está indicada si:

Adultos:
• 60 años o más.
• Menores de 60 años con condiciones de riesgo.
• Mujeres embarazadas.
• Personal de centros sanitarios.
• Trabajadores de servicios públicos esenciales como Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado o bomberos.
• Personas fumadoras.
• Personas con exposición laboral directa con animales.

Población infantil:
• Menores entre 6 y 59 meses.
9. Consulta tus dudas con un profesional: si tienes alguna duda, consulta con un profesional sanitario.
10. Si tienes síntomas, quédate en casa: el virus se puede transmitir desde 1 día antes de empezar con los síntomas hasta 7 días después, con una capacidad máxima de contagio los 3 primeros días. Se recomienda quedarse en casa para asegurarse de no trasmitirlo a otras personas.

¿Voy a urgencias?

Para decidir si es necesario acudir a los servicios de urgencias, en SEMES indican que las complicaciones de la gripe no son frecuentes y se producen sobre todo en pacientes ancianos, o con enfermedades crónicas.

Para evitar la saturación de los centros de salud y hospitales, esta sociedad científica recomienda a los pacientes que sufran gripe y COVID evitar ir a urgencias a menos que sea absolutamente necesario. Si bien estos virus provocan una enfermedad molesta, puede combatirse desde casa en personas que no tienen patologías previas (autocuidado).

Llamamos a la responsabilidad de la población para que acudan a urgencias sólo cuando se den una serie de circunstancias determinadas:

Si el paciente es población vulnerable, como bebés, ancianos o personas con patologías especiales.

Si se tiene sensación de falta de aire, ahogo o dificultad para respirar con normalidad.

Si se tiene dolor en el pecho con tos muy intensa.

Si se tienen vómitos o diarreas que no cesan.

Si hay alteraciones de consciencia.

Si se tiene fiebre alta durante 48 horas que no remite con la medicación habitual.

Si se pertenece a un grupo sensible como embarazadas, personas inmunodeprimidas, personas con cardiopatías, con enfermedades crónicas o diabetes.