Tratar la fascitis plantar con inyecciones de grasa del propio paciente
Esta patología está causada por la inflamación de la fascia plantar, tejido conectivo que va desde el talón hasta los dedos del pie y sostiene el arco del pie
Una novedosa técnica que trasplanta grasa del propio paciente en la planta del pie podría ofrecer alivio a quienes padecen una afección común y dolorosa llamada fascitis plantar, según investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Pittsburgh, en Estados Unidos, informa EP.
En un estudio piloto, publicado en Plastic and Reconstructive Surgery, el procedimiento de inyección de grasa mejoró los síntomas de la fascitis plantar en los pacientes, sentando las bases para un ensayo clínico más amplio.
«Desarrollamos este procedimiento para aprovechar las propiedades regenerativas de la grasa, explica el doctor Jeffrey Gusenoff, profesor de cirugía plástica en Pitt. En este estudio de prueba de concepto, demostramos que las inyecciones de grasa en el pie reducían el dolor de talón, ayudaban a los pacientes a volver a hacer deporte y actividades y aumentaban la calidad de vida».
Inflamación
La fascitis plantar está causada por la inflamación de la fascia plantar, tejido conectivo que va desde el talón hasta los dedos del pie y sostiene el arco del pie. «La fascitis plantar es excepcionalmente dolorosa, recuerda Beth Gusenoff, profesora clínica adjunta de cirugía plástica en Pitt. Cuando te levantas de una posición sentada o de dormir, es un dolor agudo y punzante que algunas personas describen como si un clavo les atravesara el talón».
La forma aguda de la fascitis plantar puede tratarse con estiramientos, plantillas ortopédicas o inyecciones de cortisona. Pero alrededor del 10% de los pacientes pasan a la forma crónica, en la que el colágeno del pie degenera y la fascia plantar se engrosa. Para estos pacientes, la liberación quirúrgica de la fascia plantar con un pequeño corte puede ayudar, pero esta cirugía conlleva riesgos, según Beth Gusenoff.
«Recientemente, los podólogos han pedido que se deje de cortar la fascia plantar porque a algunas personas les queda mucho tejido cicatrizado, lo que provoca dolor, explica. Y si se corta demasiado, el pie puede desestabilizarse, por lo que la gente acaba teniendo casi como un pie flácido».
Células madre regenerativas
Inspirándose en las propiedades regenerativas de las células madre de la grasa, los Gusenoff desarrollaron una técnica que utiliza la grasa extraída del vientre u otra zona del cuerpo del paciente.
«En la grasa hay células madre y factores de crecimiento que ayudan a aportar un nuevo suministro de sangre, lo que impulsa un modo de curación de heridas con reducción de cicatrices, explica Jeffrey Gusenoff. Utilizamos una aguja roma para perforar la fascia plantar, lo que provoca una pequeña lesión para estimular el proceso de curación. Luego, cuando retiramos la aguja, inyectamos un poco de la grasa del paciente».
Para probar este método, el equipo reclutó a 14 pacientes con fascitis plantar crónica y los dividió en dos grupos. Los participantes del Grupo 1 recibieron el procedimiento al principio del estudio y fueron seguidos durante 12 meses, y sus homólogos del Grupo 2 recibieron el procedimiento tras un periodo de observación de seis meses y fueron seguidos durante otros seis meses.
«Descubrimos que el Grupo 1 presentaba mejoras en la calidad de vida y la actividad deportiva, una disminución del grosor de la fascia plantar y una reducción de los niveles de dolor, prosigue Jeffrey Gusenoff. Y muchas de las medidas que mejoraban seis meses después del procedimiento mejoraron aún más a los 12 meses».
Del mismo modo, el Grupo 2 mostró una disminución del grosor de la fascia plantar y un aumento de la actividad deportiva seis meses después del procedimiento, y hubo una ligera, pero no estadísticamente significativa, mejora en los niveles de dolor. Con un tamaño de muestra mayor y un tiempo de seguimiento más largo, los investigadores dijeron que es probable que hubieran visto mejoras más fuertes en este grupo.
Según los Gusenoff, este estudio proporciona una prueba de concepto de que las inyecciones de grasa pueden tratar la fascitis plantar, y ahora están planeando un ensayo clínico más amplio para validar estos resultados. Con suficientes pruebas, esperan que el procedimiento se considere una necesidad médica para que pueda ser cubierto por el seguro y esté más disponible en el futuro.
En trabajos anteriores, los Gusenoff demostraron que las inyecciones de grasa pueden ayudar a resolver otro tipo de dolor de pies causado por la pérdida de las almohadillas de grasa que amortiguan la bola del pie y el talón.
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