Robert F. Kennedy Jr. candidato a la presidencia de EEUU: ¿puede un teórico antivacunas alcanzar la Casa Blanca?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) asegura que la inmunización es un logro ejemplar de la salud
La inmunización previene cada año entre 3,5 y 5 millones de muertes por enfermedades tales como la difteria, tétanos o sarampión
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En los últimos años, y sobre todo tras la pandemia covid, el mundo ha dado un importante giro al exigir mejoras y avances en todos los sistemas de salud que nos protejan de emergentes infecciones. En ese sentido, las vacunas que llevan siglos salvando vidas, irrumpieron en un momento clave para arrastrarnos de nuevo hacia una normalidad que habíamos perdido y doblegar un virus que tanto dolor y muerte causó.
Por ello, roza lo inverosímil que un aspirante a presidir el país más potente del mundo, Estados Unidos, incluida la industria farmacéutica, pueda ser un teórico antivacunas. Este sería el caso de Robert F. Kennedy Jr., de la conocida estirpe política norteamericana, y que más que controvertido abogado y activista anticorporaciones, es conocido por sus polémicas opiniones sobre la atención sanitaria y las vacunas.
Este político de 70 años y con un Kennedy de apellido, asegura rehuir de la burocracia de la salud pública, pero lo que es más complicado de entender es que no pide directamente evitar la inoculación de las vacunas, pero sí sostiene que se opone a ellas. Doble juego de palabras que sólo caben en una pregunta: ¿cómo ser un teórico antivacunas y además posible inquilino de la Casa Blanca?
Hace varias semanas este conocido abogado, que ha presentado una candidatura independiente a la presidencia de su país, aseguró en un podcast que «no existe ninguna vacuna que sea segura y eficaz» y, a la vez, pedía rebeldía sobre un sistema sanitario que decidía cuándo se debe vacunar a un niño.
En este sentido, la Organización Mundial de la Salud (OMS) asegura que la inmunización es un logro ejemplar de la salud y que el desarrollo a escala mundial ha salvado millones de vidas cada año. «Las vacunas reducen el riego de contraer enfermedades gracias a que refuerzan las defensas naturales del organismo y le ayudan a protegerse. Cuando una persona se vacuna, se activa su sistema inmunitario».
En la actualidad disponemos de vacunas para prevenir más de 20 enfermedades que pueden ser mortales; así, se ayuda a personas de todas las edades a vivir más años y con mejor salud. La inmunización previene cada año entre 3,5 y 5 millones de muertes por enfermedades tales como la difteria, el tétanos, la tos ferina, la gripe y el sarampión.
La inmunización es un componente esencial de la atención primaria de salud, un derecho humano incuestionable y una de las mejores inversiones económicas en salud. Las vacunas son también esenciales para prevenir y controlar los brotes de enfermedades infecciosas, apuntalan la seguridad sanitaria mundial y son un instrumento vital para luchar contra la resistencia a los antimicrobianos.
Con estos datos, Robert F. Kennedy Jr., tendrá que lidiar contra estos estudios científicos y la potente industria farmacéutica de su país. Este prolífico abogado es sobrino del que fuera presidente de Estados Unidos, John F. Kennedy. También de esa estirpe, su padre, fue fiscal general y senador norteamericano y, en ambos casos, fueron asesinados. Este político ha fundado la Waterkeeper Alliance, un grupo de trabajo que trata de garantizar agua potable, y Children’s Health Defense, una agrupación antivacunas cuyo alcance creció durante la pandemia.
La industria más potente del mundo
La industria farmacéutica norteamericana es la más potente del mundo con mucha diferencia. Contribuye directamente en su país como columna vertebral, ya que a finales de 2021, tenía un valor de 1,3 billones de dólares. Un movimiento económico fundamental que se sustenta en gran medida en la inversión I+D. Gracias a ese desafío y al adelanto económico de importantes partidas, se generan estudios científicos que posibilitan el desarrollo de nuevos fármacos.
Pero en este ranking de principales potencias farmacéuticas del mundo, se encuentra España, aunque no en los primeros puestos. Así, en primer lugar figura EEUU, a la que siguen China (de lejos), Japón, Alemania, Francia, Italia, Reino Unido, Canadá, España y Brasil.
Sin embargo, en esta visual de lucha sanitaria en Estados Unidos, el presidente Joe Biden continúa, en su caso, un discurso con el que pretende ganar votos al asegurar que bajará cada año el precio de 50 medicamentos. También se aleja de las tesis de Robert F. Kennedy.
El mandatario, en este caso provacunas, sigue fortaleciendo su frenética campaña para reducir los altos costos de la medicina en el país gracias a la Ley de Reducción de Inflación, particularmente para los beneficiarios del Medicare. Desde la Agencia Federal del Departamento de Salud y Servicios Sociales se negocian los precios más bajos para algunos de los costos de estos medicamentos que tratan todo, desde enfermedades cardíacas hasta artritis.
Pero en este combate a tres bandas y la demanda por una sanidad universal, el candidato Donald Trump, también quiere regular el precio de los medicamentos, derogar la ley de sanidad de Barack Obama o retirar fondos a la OMS, entre otras.
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