OkSalud
Dientes

¿Qué es la odontología holística?

En resumen, la odontología holística nos propone una visión más que interesante de pensar nuestro cuerpo y nuestra salud.

  • Francisco María
  • Colaboro en diferentes medios y diarios digitales, blogs temáticos, desarrollo de páginas Web, redacción de guías y manuales didácticos, textos promocionales, campañas publicitarias y de marketing, artículos de opinión, relatos y guiones, y proyectos empresariales de todo tipo que requieran de textos con un contenido de calidad, bien documentado y revisado, así como a la curación y depuración de textos. Estoy en permanente crecimiento personal y profesional, y abierto a nuevas colaboraciones.

La odontología holística viene ganando popularidad y cada vez más profesionales y pacientes se interesan por profundizarse en sus técnicas. Su premisa es contemplar la estructura odontológica como un reflejo de la totalidad del individuo. Desde esta perspectiva, las alteraciones en los dientes, la boca e incluso la lengua y los labios podrían relacionarse con afecciones enraizadas en otros órganos, y viceversa. A continuación, explicamos más detalladamente de qué se trata y cómo se aplica la odontología holística en la actualidad.

¿A qué se refiere el concepto de holístico?

El concepto de “holístico” es, muy probablemente, uno de los más malinterpretados dentro de la tradicional medicina del Occidente. Con frecuencia, este término es asociado a terapias consideradas “alternativas”, generalmente en contraposición a los métodos enfocados en la farmacoterapia.

Pero, en realidad, “holístico” no hace referencia específicamente a un método o un conjunto de técnicas terapéuticas. La palabra proviene del griego y puede ser traducida como “por entero” o “en la totalidad”. En las diferentes áreas de la salud, el abordaje holístico propone que los sistemas y sus propiedades deben analizarse en su conjunto, de manera integral y dinámica, y no como un sumatorio de partes aisladas.

¿Qué significa y cómo se aplica la odontología holística? 

Específicamente en la odontología, la holística invita a observar el paciente y su estado de salud, a través de la boca y los dientes. Ello significa que la salud bucal no debe ignorar otros aspectos de la salud física y mental de los individuos, sus hábitos, estilo de vida e, inclusive, sus emociones.

Aunque pueda sonarnos algo extraño, la importancia de estetema viene siendo avalada por observaciones clínicas y estudios científicos. Con mucha frecuencia, vemos enfermedades sistémicas manifestarse a través de alteraciones en la salud oral. De la misma manera que varios problemas odontológicos pueden ser el punto de partida de un trastorno en otra parte del cuerpo.

Aquí es donde entran en juego los conocimientos y habilidades de un experto en odontología holística. Este profesional debe ser capaz de, al evaluar la cavidad bucal y los síntomas relatados por el paciente, relacionarlos con posibles problemas de salud subyacentes. Con la ayuda, por supuesto, de la tecnología…

Además, los odontólogos holísticos se enfocan cada vez más en la prevención de complicaciones sistémicas asociadas a los tratamientos bucodentales. Por ejemplo, proponen reducir o eliminar el uso de metales en la reparación de los dientes, sustituyéndolos por materiales más “neutros” como el carbono y la fibra de vidrio.

Relaciones entre la salud oral y la salud integral

Hay muchas evidencias de que la salud oral no se limita a la boca y los dientes, sino que está relacionada no solo con otros órganos y también con el estado de ánimo y la complejidad psicológica de cada persona.

El caso más reconocido, probablemente, es el de la diabetes. Se sabe que los pacientes diabéticos son más vulnerables a las enfermedades bucales, ya que su organismo tiende a ser menos resistente a las infecciones. Por otro lado, hay estudios que muestran cómo los problemas periodontales incrementan el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares.

Pasando a la salud mental, la ansiedad y el estrés, que afectan a gran parte de la población global, debilitan el sistema inmunológico y reducen nuestras defensas contra infecciones, lo que también repercute negativamente en la salud oral. Además, el estrés puede aumentar el riesgo de padecer bruxismo, ya que suele generar el hábito inconsciente de apretar o rechinar los dientes.