Los peligros para la salud de los gimnasios con ambientes muy ‘cargados’
Los peligros para la salud de los gimnasios con ambientes muy ‘cargados’ dejan de ser una simple teoría para convertirse en una realidad gracias a un estudio científico desarrollado en Eslovenia. Entre otras cosas demuestran que se reducen de manera considerable los beneficios procedentes de la actividad física cuando la atmósfera de un espacio deportivo no cuenta con la adecuada circulación de aire.
Aconsejan ejercitarse al aire libre
El autor de este estudio, el doctor Matjaz Zitniki, de la Facultad de Matemáticas y Física de la Universidad de Liubliana y del Instituto Jozef Stefan considera que los centros deportivos deberían «estar dotados de sistemas de ventilación y filtrados de aire adecuados», aunque lo mejor sería, sin lugar a dudas, hacer ejercicios físicos al aire libre, sobre todo a las afueras de las ciudades.
Para llevar a cabo este informe se comprobó la atmósfera en un gimnasio de la capital eslovena de 1.100 metros cuadrados, en donde 700 jóvenes practicaron a lo largo de un mes distintos deportes como voleibol, fútbol, baloncesto, boxeo, bádminton y fitness. A todo ello hay que decir que también se analizó la frecuencia cardíaca de 193 de estos deportistas.
Los resultados cosechados fueron definidos como de preocupantes. Después de hacer en este centro deportivo 90 minutos de ejercicio una persona con una media de 143 pulsaciones acaba liberando a la atmósfera en torno a 1,5 microgramos por metro cúbico de ciertas partículas en suspensión que reciben el nombre de partículas inhalables. Son capaces de atravesar la garganta o la nariz y depositarse en los pulmones.
Otro de los responsables de este estudio, el doctor Luis Rodríguez, del Centro Atómico Bariloche, señala que por «cada 10 microgramos por metro cúbico de aumento en la concentración de partículas inhalables, sube un 1% la mortalidad por enfermedades cardiovasculares. La actividad física en espacios cerrado consigue disparar su concentración tanto por la recirculación de escamas de piel muerta, la abrasión del revestimiento del suelo con el calzado, y los restos de moho y ácaros.
Más cantidad de estas partículas
Si tenemos en cuenta que durante la práctica de ejercicio la ventilación pulmonar aumenta por tres y la concentración de partículas inhalables producidas por el ejercicio son el doble que al aire libre, se llega a la conclusión que en un centro deportivo o gimnasio cerrado acabará recibiendo una dosis seis veces mayor que las que inhalaría en reposo y en un lugar abierto.
Aún no se conoce con exactitud los motivos concretos por los que estas partículas pueden afectar a la esperanza de vida, aunque saben que su presencia puede acarrear un importante problema para el sistema cardiovascular, como explicó el responsable del informe.
Entiende que lo más normal es que dentro de un gimnasio el aire se monitorice y se puedan ajustar tanto los niveles de humedad como de temperatura. Para ellos también es necesario que se adapte el número de personas que pueden practicar ejercicio al mismo tiempo dentro de un espacio cerrado. Para no tener estos problemas lo mejor sería montarse un gimnasio en tu casa con pesas, elíptica y bicicleta estática.
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