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Premio Princesa de Asturias

La nueva frontera de Ozempic: tratar enfermedades neurodegenerativas como el parkinson o el alzheimer

Los científicos distinguidos con el Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica reciben el viernes el premio

El objetivo es mejorar la salud de los pacientes y conseguir que llegue al mayor número de personas

  • Diego Buenosvinos
  • Especialista en periodismo de Salud en OKDIARIO; responsable de Comunicación y Prensa en el Colegio de Enfermería de León. Antes, redactor jefe en la Crónica el Mundo de León y colaborador en Onda Cero. Distinguido con la medalla de oro de la Diputación de León por la información y dedicación a la provincia y autor de libros como 'El arte de cuidar'.

Los científicos distinguidos con el Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica 2024 por los avances que han permitido el desarrollo de fármacos contra la diabetes y la obesidad como Ozempic consideran que ahora se están abriendo nuevas fronteras para que sus descubrimientos puedan ayudar a tratar enfermedades neurodegenerativas como el parkinson o el alzheimer.

Los científicos Daniel J. Drucker, Jeffrey M. Friedman y los químicos Jens Juul Holst y Svetlana Mojsov, cuatro líderes mundiales en el campo de la endocrinología, se encuentran en Oviedo para recibir el viernes el Premio de Investigación Científica y Técnica, galardón que les fue concedido junto a Joel F.Habener, por su contribución al desarrollo de medicamentos frente a la obesidad y la diabetes que «están mejorando la calidad de vida de cientos de millones de personas en todo el mundo».

Friedman ha sido pionero en establecer la base genética de la hormona que regula el apetito, mientras que Drucker, Holst y Mojsov (Habener  también) han estudiado el efecto de determinadas hormonas que regulan la secreción de insulina y consecuentemente los niveles de glucosa.

Sus descubrimientos han revolucionado el tratamiento de la diabetes de tipo 2 al permitir el desarrollo de fármacos que además demostraron jugar un papel activo en la reducción del apetito y para la bajada de peso, cuestiones sobre las que se han pronunciado este miércoles en un encuentro con los medios de comunicación celebrado en la capital asturiana.

«Estamos muy emocionados porque podría ayudar a combatir también enfermedades neurodegenerativas como el parkinson», ha reconocido Mojsov, que espera que en pocos años haya respuestas sobre su eficacia, como las conseguidas con la diabetes, la obesidad y las enfermedades cardiovasculares.

Para esta especialista en la síntesis de péptidos, se está abriendo toda una era de investigaciones en este campo, pero también en otros relacionados con investigaciones psquiátricas y de adicciones ha subrayado el doctor Drucker, que combina investigación y docencia en la universidad de Toronto y que considera que se está viviendo «un momento muy especial» en su campo de trabajo.

«Sin lugar a dudas estamos ante un desafío para la sociedad», ha añadido al referirse al hecho de que el 95% de la población mundial no tiene acceso o no puede permitirse pagar por este tipo de medicamentos inyectables, que aún deberán pasar entre tres y cinco años para que puedan presentarse en versiones más baratas y fáciles de comercializar, como pastillas.

Friedman ha incidido en que el objetivo es mejorar la salud de los pacientes y que la gran pregunta es cómo conseguir que llegue a la mayor parte posible, algo que también está presente en la Organización Mundial de la Salud, que está cuantificando cuántos cientos de miles de vidas se salvarían con su generalización.

Obesidad infantil

«Por desgracia hay mucha gente que necesita mucho más que una dieta para perder peso», ha afirmado el científico canadiense, que ha advertido de que hay que ponderar bien los pros y los contras a la hora de dar este tipo de medicamentos a niños y adolescentes.

Friedman ha insistido en que si se pierde peso se reduce el riesgo de enfermedades asociadas, como el infarto de miocardio y en que hay que centrarse en las ventajas que ofrece para la salud y no por estigma que suponen los kilos de más.

«No sueño con un mundo sin obesidad, sino con un mundo en el que todos tengamos una mejor salud y no haya estigmas», ha afirmado el investigador estadounidense tras señalar que la obesidad no es una elección y que tiene causas biológicas, por lo que no debería ser motivo de estigmatización.

En la actualidad, siguen investigando por qué algunas personas necesitan más tiempo o por qué recuperar peso cuando dejan de tomar estos medicamentos, pero según Drucker «se están dando pasos de gigante».

Ozempic

El arsenal de medicamentos para tratar la diabetes ha despertado un creciente interés entre los españoles gracias a sus propiedades adelgazantes, un hecho que se evidencia en el notable aumento en las consultas en Internet que ya alcanzan un promedio de cien mil búsquedas cada mes y que han crecido más de un 300%. Pero si hace varios días se advertía que tratamientos como Ozempic o Wegovy podría producir ceguera, ahora una reciente investigación asegura que pueden frenar hasta 13 tipos de cáncer.

Así, el 40% de los nuevos diagnósticos de cáncer están asociados con el exceso de peso, por lo que es vital que la obesidad sea tratada con rigor y los tratamientos para la diabetes que se utilizan para ayudar con esta patología están dando sus frutos. Pero hay más, un estudio publicado este viernes en la revista JAMA Network Open encontró que las personas con diabetes tipo 2 que estaban siendo tratadas con esta clase de medicamentos  tenían menos probabilidades de ser diagnosticadas con 10 de los 13 cánceres asociados a la obesidad.

En cuanto a los tipos de tumor asociados que se reducirían se encuentran:
el cáncer de vesícula biliar, meningioma, páncreas y carcinoma hepatocelular, un tipo de cáncer de hígado, tumor de ovario, colorrectal,  mieloma múltiple, esófago, el cáncer de endometrio y de riñón.