Misofonía: así es la alteración neurológica que afecta a ciertos sonidos
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La misofonía tiene como origen etimológico dos palabras griegas que significan odio al sonido. No debe confundirse con hiperacusia, que sería una alta sensibilidad al sonido, pero siempre de forma general, a todos los sonidos. Tampoco con la algiacusia que significaría dolor con el ruído, que está más en el espectro de la hiperacusia.
La Dra. Zenaida Piñeiro, Otorrinolaringologa y médico adjunto en el Hospital del Mar. Barcelona, ha señalado que la misofonía es una alteración neurológica que se presenta como una alta sensibilidad a un sonido concreto. «Se cree que el problema de base no se encuentra en nuestros oídos, sino en el sistema nervioso central y en su forma de interpretar los sonidos». Así, se postula que una posible causa es la asociación emocional que tiene el paciente con el sonido. Por ejemplo: traumas de la infancia, asociación con alguna situación estresante.
«Nuestro oído está conectado con el sistema límbico, el de las emociones, por tanto, la reacción emocional a un sonido es algo natural. Por suerte muchas veces la reacción emocional es agradable, buena (nos podemos emocionar con una música que nos recuerda a algo bueno). En el caso de la misofonía es todo lo contrario». El paciente tiene una mala tolerancia de algunos sonidos concretos, que no dependen del volumen de los mismos ni de las características del sonido. Estos sonidos desencadenan en el paciente problemas de ansiedad principalmente.
Existen sonidos que pueden desencadenar reacciones emocionales exageradas de ira o incluso pánico. Algunos de los sonidos que son referidos en nuestras consultas de otorrinolaringología como odiosos o misofónicos son: llanto de los bebés, ronquidos, ruidos producidos por animales, lugares concurridos con muchas voces a la vez, sonidos del ambiente como llamadas de teléfono.
El tratamiento de la misofonía como tal, con intención curativa, no existe. Pero se recomienda a los pacientes «realizar tratamiento psicológico para poder entrenar a nuestro cerebro y que no considere molestos estos sonidos. Algunas veces puede estar causada por algún trastorno psicológico o psiquiátrico que también requeriría la opinión de un experto y el tratamiento de la causa».
Cualquier persona con alguna alteración psicofuncional podría, potencialmente, desarrollar una misofonía, ha admitido la experta para Centros Auditivos Aural.
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