OkSalud

Cómo mejorar la eficiencia en carrera a través de la postura

Correr parece un deporte muy sencillo, pero en realidad hay poca gente que sepa practicarlo correctamente. Al no contar con la técnica adecuada, lo más probable es que en carrera perdamos tiempo y que incluso puedan aparecer ciertas molestias. En este artículo te enseñaremos cómo mejorar la eficiencia en carrera a través de la postura.

En nuestros resultados influirán una serie de aspectos, como pueden ser la alimentación, la respiración, la motivación, la hidratación o la postura, entre otros. Todos ellos empiezan a tener una mayor importancia a medida que nos adentramos en una fase de competición, en donde cualquier detalle nos puede costar muy caro.

Al no adoptar la posición adecuada durante el entrenamiento o carrera perderemos velocidad y los músculos se desgastarán con más facilidad, lo que ayudará a que nos cansemos antes.

Cabeza al frente

En primer lugar vamos a reparar en la posición de la cabeza, que debe permanecer en todo momento levantada y mirando al frente, sin que se produzcan balanceos que puedan poner en peligro la salud del cuello, así como la velocidad en carrera. Únicamente en las distancias cortas y cuando se da la salida se permite mirar hacia abajo. Sólo hay que comprobar la postura que adoptan los atletas profesionales de los 100 metros.

En cuanto al tronco, intentaremos que permanezca siempre vertical, permitiéndonos inclinarlo levemente hacia adelante, sin excedernos, ya que de lo contrario podría resultar dañada la espalda. Suele ocurrir con bastante frecuencia que debido al cansancio acabemos echando hacia el cuerpo hacia adelante, pero esto hay que corregirlo.

Otro aspecto que suele pasar desapercibido para la mayoría de los corredores populares es la posición de los brazos, que deben estar en todo momento relajados, flexionados, pegados al cuerpo y formando un ángulo de 90 grados. Con las manos sucede algo similar. Procuraremos que vayan relajadas. Hay muchos runners que suelen apretarlas demasiado durante la carrera fruto de la tensión, pero así no conseguiremos nada bueno. Más bien, todo lo contrario, ya que se gastará energía que posiblemente necesitarían otros músculos.

Por último, que no menos importante, se encuentra la zancada, otro aspecto que no valoramos en su justa medida. Lo más adecuado sería que aterrizáramos con la parte delantera del pie en el suelo, en lugar del talón, ya que en la siguiente zancada se perdería mucho impulso y podríamos acabar lesionados debido al continuo impacto en esta zona. Siempre será mejor que optemos por dar zancadas no demasiado largas y que le prestemos más importancia a la técnica.

Para ello haremos un entrenamiento específico con varios ejercicios a la conclusión de las sesiones. Elevar rodillas, desplazamientos laterales o talones a los glúteos, son algunos de los ejercicios más conocidos. Para correr de la manera más adecuada es preferible que dejes de prestarle tanta atención al reloj y te fijes más en las zancadas, en la caída del pie en el suelo y en el braceo. Cuesta adaptarse a estos cambios, pero una vez que los asimiles conseguirás mejores resultados en tu carrera.