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El estricto cambio en la dieta de Rafa Nadal que le permitió seguir ganando

Rafa Nadal es también conocido por su debilidad por el chocolate y la paella como plato favorito

Como muchos deportistas jóvenes, consumía alimentos que le gustaban y que le proporcionaban la energía necesaria

  • Diego Buenosvinos
  • Especialista en periodismo de Salud en OKDIARIO; responsable de Comunicación y Prensa en el Colegio de Enfermería de León. Antes, redactor jefe en la Crónica el Mundo de León y colaborador en Onda Cero. Distinguido con la medalla de oro de la Diputación de León por la información y dedicación a la provincia y autor de libros como 'El arte de cuidar'.

En los últimos 20 años, la dieta de Rafael Nadal, uno de los mejores tenistas de la historia, ha evolucionado considerablemente para adaptarse a los cambios en su físico, sus necesidades deportivas y los avances en la nutrición deportiva. Nadal ha trabajado con nutricionistas, médicos deportivos y preparadores físicos para optimizar su alimentación con el objetivo de mejorar su rendimiento en la cancha, acelerar sus recuperaciones.

Cuando Nadal empezó a destacar en el circuito profesional a principios de los 2000, su dieta era mucho más simple y tradicional. Como muchos deportistas jóvenes, consumía alimentos que le gustaban y que le proporcionaban la energía necesaria para afrontarse a entrenamientos y partidos intensos, pero sin un enfoque tan riguroso o especializado como más tarde. En esta etapa inicial, su dieta estaba basada en:

Pasta y arroz: carbohidratos sencillos para proveer energía rápida durante partidos y entrenamientos.
Proteínas magras: pollo y pescado, esenciales para la reparación muscular.
Frutas y verduras frescas: fuente de vitaminas y minerales, aunque no tan calculadas como lo sería en años posteriores.
La dieta mediterránea, típica de su Mallorca natal, formaba la base de su alimentación: aceitunas, aceite de oliva, pescado fresco y mariscos, lo que le proporcionaba grasas saludables y una buena nutrición de fondo.

Pero a medida que la carrera de Nadal avanzaba y su físico requería un mayor control debido a la carga de partidos y entrenamientos, su dieta comenzó a sofisticarse. Durante los primeros años de su carrera, Nadal comenzó a trabajar con especialistas en nutrición que ajustaron su dieta para maximizar su rendimiento y prevenir lesiones. Los objetivos principales en esta fase eran:

Ajuste de la ingesta de carbohidratos: se desarrolló un enfoque más específico en torno a los tipos y momentos de consumo de carbohidratos. En los días de partido o entrenamiento intenso, su consumo de carbohidratos se incrementaba, con alimentos como la pasta integral y batidos de carbohidratos complejos.

Mayor control de las proteínas: se aumentó el consumo de proteínas de alta calidad para mejorar la recuperación muscular, especialmente tras partidos largos y torneos agotadores. Incorpora más pescado y carnes magras, junto con proteínas de origen vegetal como legumbres y frutos secos.

Suplementación específica: para cubrir posibles carencias, Rafa comenzó a usar suplementos como proteínas en polvo y aminoácidos esenciales. También se agregaron antioxidantes para reducir la inflamación y vitaminas para optimizar su recuperación.

La importancia de la recuperación

Las lesiones han sido una constante en la carrera de Nadal, y uno de los ajustes más significativos en su dieta ha sido su enfoque en la recuperación. Para acelerar la regeneración de tejidos y reducir el riesgo de caída, su alimentación ha pasado a estar mucho más controlada y personalizada en función de las lesiones o de la fase del calendario.

Antiinflamatorios naturales: se incluyeron más alimentos ricos en propiedades antiinflamatorias como el jengibre, la cúrcuma, las nueces y el aceite de oliva virgen extra. También empezó a tomar más alimentos antioxidantes como las bayas, que ayudan a la recuperación muscular y a combatir el estrés oxidativo.

Control de peso y grasa corporal: a medida que la carrera de Nadal avanzaba, se enfocó en mantener un peso corporal óptimo que no sobrecargara sus articulaciones. Esto fue especialmente relevante debido a las lesiones crónicas en sus rodillas y otros problemas físicos. Para lograrlo, su ingesta de grasas se controlará más, con preferencia por fuentes saludables como el aguacate y las grasas insaturadas.

Nadal durante sus treinta años

Durante la última década, a medida que Nadal entró en sus treinta años, su dieta ha tenido un enfoque más preventivo y centrado en mantener su longevidad en el circuito. Además de mantener la alta ingesta de carbohidratos y proteínas, su dieta ha visto cambios estratégicos para preservar su estado físico y mitigar el impacto de los partidos largos y los torneos continuos.

Consumo de grasas saludables: el aceite de oliva sigue siendo una parte crucial de su dieta, pero se han añadido más aguacates y frutos secos ricos en ácidos grasos omega-3, beneficiosos para la salud cardiovascular y articular.

Alimentos ricos en colágeno: se ha incrementado el consumo de alimentos que favorecen la producción de colágeno, esencial para mantener la elasticidad y resistencia de las articulaciones, tendones y ligamentos. Esto incluye caldos de huesos y suplementos específicos.

Proteínas vegetales: aunque su dieta siempre ha tenido una base mediterránea, en los últimos años se ha observado una mayor incorporación de proteínas de origen vegetal, como legumbres y quinua, que son más fáciles de digerir y mejoran su bienestar general.

Hidratación y electrolitos: Nadal siempre ha sido conocido por sudar mucho durante sus partidos, especialmente en superficies como la tierra batida. Su equipo ha trabajado cuidadosamente para mantener sus niveles de hidratación y electrolitos. Además de beber agua, su dieta se complementa con sales minerales para evitar la fatiga y los calambres musculares.

Dieta en los días de partido

En los días de partido, Nadal ha mantenido una dieta muy estricta pero sencilla, enfocada en darle la energía necesaria sin causar problemas digestivos. Antes de las fiestas, su comida típica suele consistir en pasta con aceite de oliva y verduras o un plato sencillo de arroz, evitando que las carnes o salsas pesadas puedan ser difíciles de digerir antes de un esfuerzo físico intenso.

Durante las fiestas, además de las clásicas bebidas isotónicas y agua, es común consumir plátanos, una fuente rápida de carbohidratos y potasio que ayuda a prevenir calambres musculares.

Los placeres de Rafa

Aunque su dieta ha sido estricta durante la mayor parte de su carrera, Nadal nunca ha ocultado su amor por ciertos alimentos indulgentes. La paella es uno de sus platos favoritos, y ha confesado que disfruta comiendo mariscos y jamón serrano. También es conocido por su debilidad por el chocolate, y aunque durante los torneos y fases intensas de entrenamiento lo evita, no duda en darse un capricho cuando su calendario lo permite.

La dieta de Rafael Nadal ha evolucionado de manera significativa en las últimas dos décadas, pasando de una alimentación sencilla basada en carbohidratos y proteínas a un enfoque altamente especializado. A medida que su cuerpo y su carrera han avanzado, también lo ha hecho su dieta, adaptándose a sus necesidades cambiantes, optimizando su rendimiento y ayudándole a combatir las lesiones y alargando su carrera. La nutrición ha sido uno de los factores clave que han permitido a Nadal mantener su alto nivel de juego durante más de 20 años, demostrando que la combinación de talento y disciplina fuera de la cancha es esencial para la longevidad en el deporte de élite.