Estrategias para controlar la hipertensión
Los problemas de hipertensión siempre se habían vinculado al consumo excesivo de sal, pero distintos estudios recientes también han responsabilizado de esto al azúcar. Para evitar posibles problemas de salud, en este artículo te damos unas cuentas estrategias para controlar la hipertensión.
A modo de recomendación se pueden dar una serie de consejos generales, como aumentar el consumo de alimentos frescos en detrimento de los procesados, sobre todo por las altas dosis de azúcares y sodio, pero también entran en escena otros aspectos que se pueden controlar para mantener en buen estado la presión arterial.
Uno de los aspectos que más acaban afectando a la hipertensión, es la producción de insulina en exceso y leptina debido a la alta presencia de azúcar en el organismo. Aquí se origina un problema a tener en cuenta. Al alterarse los niveles de insulina, ésta deja de acumular magnesio que acabará siendo expulsado por medio de la orina.
Y en el caso de que el magnesio alcance unos niveles muy bajos, los vasos sanguíneos no se relajan bastante y darán lugar a un incremento de la presión arterial.
Además, al aumentarse los niveles de fructosa por la excesiva ingesta de azúcar, también se elevará el ácido úrico y en consecuencia crecerá la presión arterial por la inhibición del ácido nítrico en los vasos sanguíneos.
En primer lugar hay que plantarse medidas alimentarias, que incluyen la exclusión de los productos procesados, bajos en potasio y elevados en sales, y fuentes de hidratos de carbono no naturales. A la hora de añadirle a la dieta grasas saludables, hay que pensar en los frutos secos, aguacate, pescado azul o aceite de oliva. Para luchar contra la hipertensión resulta necesario que exista una adecuada relación sodio-potasio.
Además de la alimentación, también hay que prestarle mucha atención a la actividad deportiva. No dudes en seguir un adecuado programa de entrenamiento, en donde tengan cabida los ejercicios de intervalos en alta intensidad y entrenamiento de fuerza con pesas. De esta forma se conseguirá incrementar el flujo de sangre hacia los músculos que hará que incremente la sensibilidad a la insulina.
También hay que conseguir un adecuado ratio entre el Omega 3 y Omega 6: en comparación entre uno y otro, la mayoría de personas suelen ingerir mucho más Omega 6. Entre ambos hay que conseguir un equilibrio. El Omega 3, en la adecuada proporción, conseguirá que recuperemos la sensibilidad de la insulina que podemos perder.
En la hipertensión se conocen las propiedades de las vitaminas C y E, pero la vitamina D es la que cuenta con una mayor eficacia. Su carencia se asocia a una rigidez arterial, que resulta muy importante en la hipertensión.
Por último, otro aspecto a tener en cuenta es el estrés. En el caso de padecer problemas de hipertensión hay que evitar las situaciones de ansiedad o nerviosismo para que no nos llegue desestabilizar. Aunque no haya pruebas científicas que así lo demuestren, si la teína o la cafeína aumenta esos estados de estrés, intente evitar este tipo de productos.
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